JULIO BAPTISTA. Por Joaquín Bejarano.
Recuerdo el día que Julio fichó por el Sevilla, me llamó un amigo y me dijo: «hemos fichado a Baptista». ¿El de Sao Paulo? pregunté. Le conocía poco, le había visto un par de veces con Brasil, otras tantan con Sao Paulo y quise saber más de él. No me dió tiempo….. o más bien no me interesó. En cuanto empezó a jugar en España, no quise saber más de su pasado y solo disfrutar de su presente. Impresionaba su físico, pero su voz suave, su agradable sonrisa y su mirada tímida escondían algo, transmitía calma y serenidad, incluso parecía fragil…… hasta que el silbato sonaba. La Bestia se transformaba y aplastaba a sus rivales con la misma facilidad y felicidad con la que un niño destroza esos juguetes que tanto aprecia y le hacen disfrutar. Dejó innumerables recuerdos en Sevilla, todos buenos, y eso hizo que fuera indiscutible en las convocatorias canarinhas. Luego vino el Madrid, el Arsenal, la Roma, pero esa es otra historia. De momento todo le ha salido de Oro, en apenas unos meses (lesión incluida) sus números han hecho que los aficionados al Málaga presuman de otro año en primera (seguro que serán muchos más) pero si algún día no le salen tan bien las cosas, no duden que no será por falta de empeño, Julio intentará no fallaros. Disfruten de él amigos malaguistas, disfruten como hizimos en Sevilla y él os hará disfrutar.
