La única manera de ganar es no jugando

Escrito por Number 1 Sport. Creado en El Lector opina

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LA ÚNICA MANERA DE GANAR ES NO JUGANDO. Por Álvaro Yanes.

Cualquier amante al cine tiene sus películas favoritas. Sin embargo aquellas con las que creciste, aquellas que acompañaron tu niñez o adolescencia, tienen de forma indeleble un lugar reservado en tu corazón. Evidentemente uno de mayor puede descubrir pelis como El Golpe o Snatch, Cerdos y Diamantes (por decir épocas diversas y géneros distintos) y tenerlas idealizadas de por vida. Pero como las que viste de chaval, ninguna. Hablo de esas que te dan igual tenerlas en el disco duro guardadas con doble copia de seguridad o en un DVD remasterizado con escenas inéditas: como la pongan en la tele y te pille en casa, cae. Son películas que marcaron tu crecimiento y que da igual las veces que las hayas visto que, como te coja delante de la tele, parece que estás cometiendo una infidelidad o un delito si no la vuelves a ver. Parece que si cambias de canal estás engañando a tu amigo de toda la vida. Los de mi generación, que crecieron con Los Goonies, Gremlins, o Regreso al Futuro, sabrán de lo que hablo.

De todas ellas, tal vez mi película favorita sea Juegos de Guerra. Dicho film,  lejos de anquilosarse como pasa con todas las películas en las que hay ordenadores, gana con los años. Es una película absolutamente mítica, basada en lo que sucedió en los años críticos de la guerra fría entre USA y URSS con Kennedy y Khruschev como protagonistas. La potencial guerra de los misiles nucleares donde americanos y rusos tenían permanentemente el dedo encima del botón rojo para disparar los misiles contra el otro. Una guerra donde ambos sabían que la única manera de ganar era no participar. Porque como uno disparara armamento nuclear y otro respondiera, se acababa con el mundo.

El que haya visto la película, pionera a la hora de hablar de hacker, firewall, códigos, etc. recordará a un imberbe Matthew Broderick colándose en los sistemas de seguridad del Departamento de Defensa americano, encargado del sistema de defensa nuclear. Lo que empieza como un juego termina siendo una situación de peligro de proporciones incontrolables hasta el punto de que los misiles de ambas naciones se amenazan. No destriparé el cómo pero obviamente la situación se solventa y no llega la Tercera Guerra Mundial. La película finaliza con el ordenador diciendo una de esas frases en apariencia simple pero de gran carga, que pasa a la historia del cine. “Extraño juego, doctor. La única manera de ganar es no jugando”.

A finales de abril y tras conocerse que la casa de apuestas que nos patrocinaba renunciaba a la opción que tenía para esta temporada, Don Manuel Vizcaíno dijo textualmente en la web del club: “Tenemos varias oportunidades que esperemos que se fragüen en los próximos meses y que puedan engrandecer el presupuesto de la próxima temporada». Sin embargo, este año y hasta la fecha, nuestra camiseta está inmaculada en lo que a sponsor que reporte beneficios se refiere. Si bien el club ha trabajado para ello y ha habido ofertas más o menos rigurosas, se ha decidido no bajar el caché que la sociedad tiene y aguantar hasta que venga alguien que abone de forma acorde a lo que la camiseta sevillista cuesta. El Sevilla ha decidido que la única manera de ganar es no jugando.

En el Sevilla se achaca la falta de patrocinador a la crisis y que hay otros siete equipos que tampoco tienen. Pero esos condicionantes, que son verdades como Kanouté de grandes, tienen el riesgo de sesgar el análisis. Como cualquier análisis parcial, vamos. Porque el que haya siete que no tengan es un atenuante, pero tiene la contracara perversa de que significa que hay otros trece que sí han hecho sus deberes. Por otro lado, obviar la crisis es una sandez pero en materia de patrocinio futbolístico los números parecen decir lo contrario ya que en la temporada 2010/11 los ingresos por patrocinio de camisetas de clubes de fútbol europeos alcanzaron el nivel más alto de todos los tiempos, con un total de 470,7 millones de euros. Y los de la liga española (principalmente por el nuevo contrato del Madrid con Bwin, pero sin contar al Barça), aumentaron sus ingresos en 8,9 millones de euros con respecto a la 2009/10 (datos extraídos de la duodécima edición del “Informe sobre Patrocinio en camisetas de fútbol en Europa” de la consultora internacional en marketing deportivo SPORT+MARKT que analiza el patrocinio en camisetas de los 6 mercados europeos más importantes). Por tanto, el análisis debe ir más allá de achacarlo todo a la negra crisis como contraposición a la blanca opulencia que había hace años. La gama de grises es amplísima.

La cuestión es peliaguda y compleja. Ciertamente se han conseguido patrocinios “menores” como puede ser el de interapuestas, La Caixa o el último anunciado de forma escueta por el Presidente el pasado sábado concerniente a un ente público. Y es innegable el esfuerzo y la voluntad del Departamento correspondiente para buscar fórmulas innovadoras y atrevidas en aras de que se siga hablando del Sevilla aunque sea bien. Temas como lo del “I love pepinos”, el “Orgullosos de Andalucía”, el del Reto Unicef o este misterio del Ente Público, son muestra de que el Departamento en cuestión se está moviendo. Pero la verdad es que el sponsor principal, el que preside la camiseta anualmente, brilla por su ausencia. En este sentido, y como digo, se ha preferido no “devaluar” el caché sevillista so pena de dejar de ingresar algo aunque sea menos de lo esperado lo cual supone una merma más en nuestros ya tambaleantes ingresos de esta temporada. Efectivamente, las dos últimas temporadas sin clasificaciones champions, la prematura eliminación UEFA o el descenso en el número de abonados, han impedido que el crecimiento sostenido vía ingresos que hemos venido desarrollando desde comienzos de siglo se vea estancado.

Según informó ayer el avezado Roberto Arrocha el Sevilla, obtendrá esta temporada 3,8 millones resultante del sumando de los “patrocinios menores”. El año pasado, sumando estos más el principal de 12Bet, rozó los 6 millones de euros. Estos datos, que debemos darlos por buenos debido a la categoría del periodista y a su cercanía con el entorno mandamás, hablan bien a las claras de que el Sevilla ha apostado muy fuerte a la hora de intentar ganar sin jugar.

¿Se ha actuado de forma correcta? Es decir, ¿debería haber rebajado el Sevilla su caché pero al menos ingresar algo máxime en el contexto en el que estamos?