No por sabido, y me refiero a que todos sabíamos lo que iba a pasar con el caso Amstrong, es menos doloroso. El quizás mayor escándalo de doping de la historia del ciclismo en particular y quizás del deporte en general ha terminado por enterrar la credibilidad de un deporte condenado a ser maravilloso, y lo es, pero al que algunos se empeñan una y mil veces en echar mierda encima.
Soy tan amante del ciclismo, como crítico con quién hace trampa. Es más, condeno enérgicamente cualquier intento de hacer trampa en éste y en cualquier deporte, pero no debo de dejar de reconocer que en el ciclismo las cosas llevan tiempo sin hacerse bien, y ha entrado en una dinámica de autodestrucción que confío y espero se pare aquí ya. Éste bendito y maravilloso deporte debe de ser noticia siempre por su épica, por recorridos como la pasada Vuelta a España, por ésos monumentos como Roubaix, Flandes, Lieja y otros muchos. Basta ya de trampas, de tramposos, de vividores, de gente que engordan sus arcas a consta del esfuerzo de muchos deportistas honrados que se juegan a diario la vida por las cunetas del mundo con el objetivo de responder con decencia a la casa comercial que les paga. Vaya por delante que no puedo negar la evidencia, es decir que el testimonio ante la USADA de los compañeros del tejano bajo juramento muestra la evidencia de la trampa. Pero también es cierto que el corredor estadounidense pasó 218 controles y jamás le detectaron un positivo, jamás. Todo lo demás son habladurías. Me pregunto entonces: ¿para que sirve la Uci?. ¿Cómo un corredor puede presuntamente doparse sistemáticamente, él y todo su equipo al parecer y que jamás le pillen?. No lo entiendo. ¿Enmascaradores de positivo?. Pienso que no. Yo pienso que hay algo más, pienso que en éste caso ha habido gente que se ha llenado los bolsillos a consta del ex ganador de siete tours y que ahora miran para otro lado. Se habla incluso de chivatazos de miembros de dicho organismo alertando al corredor de Tejas de los controles. Y digo ésto porque no es normal que gente de su equipo den positivo y el jamás lo haya dado. Sea lo que sea, y diciendo por delante que éste tipo de personajes sobran en éste mundo del ciclismo, lo que sobra es la Uci, un organismo oscuro, enriquecido con el sudor del ciclista y que precisamente en vez de defenderles les hunde constantemente en la miseria de un túnel oscuro del que parece que no hay salida.