Amstrong, la caída de un ¿mito?

Escrito por Martin Bozada Calvo. Creado en Más Deportes, Number1 opina

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No por sabido, y me refiero a que todos sabíamos lo que iba a pasar con el caso Amstrong, es menos doloroso. El quizás mayor escándalo de doping de la historia del ciclismo en particular y quizás del deporte en general ha terminado por enterrar la credibilidad de un deporte condenado a ser maravilloso, y lo es, pero al que algunos se empeñan una y mil veces en echar mierda encima.


Soy tan amante del ciclismo, como crítico con quién hace trampa. Es más, condeno enérgicamente cualquier intento de hacer trampa en éste y en cualquier deporte, pero no debo de dejar de reconocer que en el ciclismo las cosas llevan tiempo sin hacerse bien, y ha entrado en una dinámica de autodestrucción que confío y espero se pare aquí ya. Éste bendito y maravilloso deporte debe de ser noticia siempre por su épica, por recorridos como la pasada Vuelta a España, por ésos monumentos como Roubaix, Flandes, Lieja y otros muchos.

Basta ya de trampas, de tramposos, de vividores, de gente que engordan sus arcas a consta del esfuerzo de muchos deportistas honrados que se juegan a diario la vida por las cunetas del mundo con el objetivo de responder con decencia a la casa comercial que les paga.

Vaya por delante que no puedo negar la evidencia, es decir que el testimonio ante la USADA de los compañeros del tejano bajo juramento muestra la evidencia de la trampa. Pero también es cierto que el corredor estadounidense pasó 218 controles y jamás le detectaron un positivo, jamás. Todo lo demás son habladurías.

Me pregunto entonces: ¿para que sirve la Uci?. ¿Cómo un corredor puede presuntamente doparse sistemáticamente, él y todo su equipo al parecer y que jamás le pillen?. No lo entiendo. ¿Enmascaradores de positivo?. Pienso que no. Yo pienso que hay algo más, pienso que en éste caso ha habido gente que se ha llenado los bolsillos a consta del ex ganador de siete tours y que ahora miran para otro lado. Se habla incluso de chivatazos de miembros de dicho organismo alertando al corredor de Tejas de los controles. Y digo ésto porque no es normal que gente de su equipo den positivo y el jamás lo haya dado.

Sea lo que sea, y diciendo por delante que éste tipo de personajes sobran en éste mundo del ciclismo, lo que sobra es la Uci, un organismo oscuro, enriquecido con el sudor del ciclista y que precisamente en vez de defenderles les hunde constantemente en la miseria de un túnel oscuro del que parece que no hay salida.


Ahora podría decir lo de que en otros deportes se hace lo mismo y no se persigue tanto. Bueno, no es que podría decirlo, es que lo digo. Si Purito por ejemplo dijese que antes de cada temporada se “cambia la sangre” para empezar de cero, como dijo abiertamente Zidane, dormiría ésta noche en Alcatraz o en Auswitchz. Si existiesen imágenes de Gilbert metiéndose algo cómo Cannavaro en la previa de una final de la UEFA. Gilbert sería ejecutado al amanecer mientras que el futbolista Italiano fue balón de oro meses después.

Pero esto no justifica la suciedad que reinaba y que por desgracia puede reinar en mi deporte.

Al menos, al parecer, ahora los tramposos son identificados y condenados. Digamos que la barra libre se ha terminado, o al menos eso quiero creer. Los controles son cada vez más sofisticados y numerosos, y cada vez es más difícil hacer trampa. Éste ha sido un año de grandísimas gestas ciclistas y casi nadie ha manchado el ciclismo con trampas, por lo tanto me quedo con ésa esperanza.

Y también me quedo con la frase más nombrada por los que amamos de verdad éste deporte; no acabarán con él. Y pienso que es así.

Mientras haya carreteras, mientras haya épica y valientes dispuestos a afrontar el reto diario que supone andar, progresar y llegar a la cima montado encima de una bicicleta, el ciclismo no morirá. Por suerte para mí y para ésa legión de seguidores que consideran como yo, la bici una religión.

Sólo puedo decir que cada minuto que pasa, cada pedalada que doy casi a diario por las carreteras, y cada kilómetro que sumo en mis piernas desde hace ya muchos años me siento más orgulloso de ser   y de sentirme ciclista.

Me quitarán mitos, me quitarán lo que quieran, pero jamás me quitarán mi religión, la de ser ciclista.

Twitter: @martin191919