Rafa Nadal se adjudicó el Masters 1.000 de Roma derrotando otra vez a Novak Djokovic, número 1 mundial. El tenista español dejó claro que es «el Rey» de la tierra batida.
La lluvia postergó la final del sábado al lunes. Novak Djokovic lo anunciaba antes de la resolución: «Nadal es el mejor en tierra pero creo que tengo opciones«. El tenista serbio se acababa de deshacer del número 2 mundial y se jugaba el título del Masters 1.000 de Roma contra el número 3. Rafa Nadal podía recuperar el segundo escalón del ránking de la ATP, a costa de Roger Federer, con una victoria en Italia, pero los precedentes eran negativos siete derrotas entre 2011-12 y la victoria de Montecarlo. Djokovic-Nadal, un nuevo clásico del tenis. Sin duda se trata de un duelo con tintes épicos. Una demostración de cara al inminente inicio del Roland Garrós. El mejor torneo sobre tierra. ‘Nole’ empezó apurado con dos bolas de break en contra con su saque inicial, pero se rehizo y salvó su servicio. Rafa era muy solvente con su saque y la igualdad en el reparto de juegos era manifiesta (2-2). En el quinto juego Djokovic volvió a enfrentarse a dos bolas de break y ésta vez, a la cuarta oportunidad, no la levantó (2-3). Nadal no consolidó la rotura y sus golpes se quedaron cortos. El jugador de Belgrado vio la debilidad y aprovechó la falta de definición apuntándose los dos siguientes juegos (4-3). Djokovic puso el 5-4 con su saque y Nadal debía sacar adelante el suyo para no caer. La presión del número 1 llevó al tanteo a un 30-30. Un error de un juez de pista anuló una bola a la línea del serbio. Rafa aprovechó para sumar dos puntos y lograr un nuevo empate 5-5. El undécimo juego pasó del 40-15 al 40-40 y ventaja Nadal. Desde el fondo de la pista el manacorí lo devolvía todo. Una doble dejada le dio el segundo break a Rafa (5-6). Djokovic se mostró abatido (solo un 31% de acierto con el segundo servicio en la manga) y Rafa dispuso de tres bolas de set. A la segunda, el tenista español se apuntó el primer set (5-7). Las prisas traicionaron al centroeuropeo: del 30-0 pasó al 30-40. Rafa movió a Novak por el fondo de la pista, de lado a lado, y con cuatro puntos consecutivos comenzó la segunda manga con una rotura. A Rafa le volvió a fallar la intensidad para consolidar el break. Con 0-40, Djokovic no perdonó el bajón pero Rafa contratacó con tres puntos que forzó el deuce. En el desempate Nadal salvó su saque (0-2). El revés a dos manos del serbio era fiable pero su derecha no. Djokovic estaba apurado y recurrió a los golpes rápidos. Arriesgaba para morir matando. Una doble falta le llevó al 40-40 con su saque. Pero esta vez el serbio no perdió el desempate (1-2). Los problemas de consistencia con su saque reaparecieron y Nadal se enfrentó a un nuevo desempate. Rafa mandó una bola fuera y Nole falló una dejada en la red que le perdonó la vida. Luego intercaló golpes a la línea con bolas a la red o directamente fuera. Y Rafa encarriló el set (1-3). Ambos jugadores defendieron sus servicios (3-5). Tras dos horas y cuarto Nadal restaba para ganar el torneo. Djokovic ya estaba derrotado y en el deuce lo confirmó. Séptimo torneo de Roma para Rafa, 21 masters 1.000 (de sus 49 torneos ganados) y recupera el número 2 mundial. La mejor medicina posible para buscar el séptimo grand slam parisino tras una gran semana en Italia. Twitter: @NUMBER1Sport
