Arsenal y Tottenham censuran a sus aficionados

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Más Fútbol

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Arsenal y Tottenham han denunciado a sus respectivas aficiones por los insultos de sus respectivas aficiones centrados principalmente en Adebayor y el técnico Arsene Wenger.

La triste y lamentable experiencia vivida la pasada jornada en el Atlético de Madrid-Sevilla no es un caso aislado. Los cánticos contra el desaparecido Antonio Puerta se viven de una u otra forma en otros estadios, especialmente con tintes racistas, con la diferencia que los equipos propietarios de los estadios en los que se producen toman las medidas pertinentes para ponerle fin a tan despreciable forma de expresar su amor y sentimientos por unos colores y un club.

Así, Arsenal y Tottenham se han unido para denunciar los cánticos ofensivos de los aficionados para denunciar la actitud ofensiva de los aficionados del derbi en White Heart Lane. Una iniciativa inusual pero que debería servir tanto en España como en el resto de países por una Liga señora como la Premier, a años luz de la que dicen ser la mejor Liga del mundo.

En concreto, los hechos denunciados son los cánticos producidos


en los que los aficionados del Arsenal le desearon la muerte a su ex jugador Adebayor, ahora en las filas del Tottenham, recordándole el ataque terrorista sufrido el año pasado por la selección de Togo y que dejó la cifra de tres muertos. Cánticos como «Deberías haber sido tú el asesino en Angola», son algunas de las barbaridades que se pudieron escuchar por parte de los aficionados de los ‘gunners’.

La respuesta estuvo de lado de los hinchas del Tottenham que en sus cánticos centraron los insultos especialmente en el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger. Ambos clubes, en una medida ejemplar que debe servir para que en el futuro secunden otros clubes, como podría ser en España el Atlético de Madrid, debe ser muy tenida en cuenta para que en el futuro se eviten cánticos de mal gusto como aquellos en los que se desea la muerte de un futbolista, o se recuerda la misma, o los ya desgraciadamente clásicos insultos racistas cada vez más habituales en los estadios de fútbol.