Ya es oficial. El fútbol moderno, que obedece más a los gestores que a los propios aficionados y méritos deportivos, manda al Elche a Segunda División. Decisión acogida de buen grado en Ipurúa, pues el Eibar ocupará la plaza vacante.
El Juez de Disciplina Social de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha acordado el descenso a Segunda División del Elche por mantenimientos de la deuda con la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT). Según la LFP, la reincidencia en los impagos del conjunto ilicitano son motivos irrevocables para tal asunto. Se confirma así el descenso en los despachos de un equipo que se ha mantenido en Primera gracias al trabajo de Fran Escribá y al rendimiento de unos jugadores que, sin cobrar en varios meses, se han dejado la piel por el escudo. Una afición y una ciudad ilusionada por su futuro que ve cómo por culpa de gestores irresponsables sus sueños se truncan. Una directiva que no ha estado a la altura de su gente y que hoy manda al equipo de sus vidas al infierno de Segunda División. Parece paradójico pero es una realidad. En el fútbol moderno poco importa el fútbol. Lo importante es el negocio, el dinero, los pagos y el ataque de los ricos a los menos pudientes. ¿Se impondrían las mismas condiciones ante un Atlético de Madrid o un Valencia?. Y es que unas exigencias mucho más férreas con el débil que con el poderoso han mandado a un equipo a Segunda tras una campaña espectacular. 41 puntos que se pierden. 41 puntos logrados con sudor y trabajo. La injusticia en el fútbol no tiene parangón.
El presidente del Elche, Juan Anguix, aseguró esta semana que el club había garantizado a Hacienda el cien por cien del pago de la deuda presentando por el Elche un pagaré de 3.547.105 euros. No ha sido suficiente. Es más, el club ha sido multado, como sanción accesoria, con 180.303,63 euros. Este es el fútbol que tenemos hoy día. Una ciudad ha salido claramente beneficiada de este hecho, Ipurúa. El Eibar recupera la categoría ocupando la plaza vacante del Elche por deméritos ajenos. Algo no muy loable, pero que permitirá a su afición disfrutar de su equipo un año más en la máxima categoría. Desde el punto de vista deportivo el descenso del Elche permitirá que se agite más el mercado. Jugadores como Jonathas, Fajr, Pasalic, Tyton o el propio Fran Escribá serán un dulce caramelo para esos equipos menos pudientes que quieran reforzar su plantilla. En Nervión se ha hablado de Escribá como sustituto de Unai; también de Jonathas, un delantero alto y corpulento con unas características aptas para dar el salto de calidad a otro equipo. Los acontecimientos se sucederán, los jugadores y directivos se irán, pero será la afición ilicitana la que, injustamente, sufra todas las consecuencias. Twitter: DAVID RUIZ @DavidRM19 Foto: Elchedirecto.com
