Los aficionados del Livorno han rendido un homenaje al centrocampista italiano Piermario Morosini, quien falleció el pasado sábado a los 25 años de edad tras desplomarse en un encuentro de la Serie B entre el equipo toscano y el Pescara.
El féretro con el cuerpo de Morosini llegó este martes a bordo de un coche fúnebre al Estadio «Armando Picchi» de Livorno (centro de Italia), donde dió dos vueltas a la pista de atletismo que bordea el césped entre los aplausos de la afición toscana para abrir y cerrar la breve ceremonia de homenaje. En el acto, algunos compañeros de plantilla, que llevaban una camiseta con el número 25 que lucía Morosini, depositaron sobre el féretro bufandas del equipo y el obispo de Livorno, Simone Giusti, bendijo el ataúd junto a la corona de flores enviada por el presidente de la República, Giorgio Napolitano. En las gradas, los aficionados del Livorno, club al que llegó el centrocampista el pasado enero cedido por el Udinese de Primera División, gritaron: «Estás en nuestros corazones, Moro estás en nuestros corazones» y «Eres uno de nosotros». «Lo hecho hoy por Livorno ha sido un gesto de afecto. El amor hacia este chico ha estado dictado por dos factores: el afecto que la ciudad le había demostrado enseguida y, además, honestamente por su historia que es un exceso de ensañamiento del azar», dijo el alcalde de la ciudad, Alessandro Cosimi, en declaraciones que recogen los medios italianos. Un sector de la grada del Estadio «Armando Picchi» llevará a partir de ahora el nombre de Piermario Morosini, fallecido en la localidad de Pescara (centro-este) y cuyo cuerpo viajará ahora a su ciudad natal, Bérgamo (norte), donde el jueves se celebrará el funeral. Está previsto que el féretro del jugador, quien participó con la selección italiana sub’21 en el Campeonato Europeo de Suecia en 2009, llegue esta noche a Bérgamo, donde los aficionados del Atalanta le acompañarán hasta la parroquia de Monterosso, donde quedará instalada la cámara ardiente. Morosini sufrió un repentino malestar en el minuto 31 del partido que disputaban el Pescara y el Livorno cuando se encontraba lejos del balón y cayó al césped cerca del área de su equipo, tras lo que fue trasladado de urgencia en ambulancia a un hospital cercano, donde se le intentó reanimar sin éxito. Al cuerpo del jugador se le practicó ayer la autopsia, que concluyó sin que se pudieran determinar las causas exactas de su muerte, a la espera de que se realicen nuevas pruebas, entre ellas las toxicológicas. Twitter: @NUMBER1Sport