No corren buenos tiempos para un Real Madrid donde lo mejor que puede esperar de este 2015 que está tocando a su fin es que se marche lo antes posible para que el 2016 le traiga nuevos aires…
Finaliza el año 2015, un año que no será recordado precisamente bien por el Real Madrid, que ha visto como su grandeza ha quedado tocada en el terreno de juego que al fin y al cabo es donde más duele, en lo deportivo, con una crisis que se ha agrandado aún más dado el buen momento que atraviesa su gran rival deportivo, el FC Barcelona, que lo ha ganando prácticamente todo.
Triunfos azulgranas que no hacen más que purgar en una herida que se ha ido agrandando con los títulos de un Barça que de la mano de Luis Enrique ha seguido creciendo y haciendo el más difícil todavía, olvidar la etapa triunfal de Pep Guardiola. Pero independientemente de los triunfos culés, lo que está claro es que la crisis existe en la Casa Blanca por mucho que duela.
Un Madrid que no funciona en lo deportivo, que se ve muy tocado en lo institucional, y que sufre más de lo que está acostumbrado, especialmente por las medidas tomadas por el capitán de la nave blanca, Florentino Pérez que no termina de alcanzar ese Madrid soñado por todos los madridistas, principalmente por los errores de Súper Flo quien de un tiempo a esta parte ha perdido sus poderes y ve como todo lo que había montado se le va a pique, que no Piqué por mucho que éste último lo celebre.
Todo comenzó con la destitución de Carlo Ancelotti al que le indicó la puerta de salida pese a que había logrado lo más complicado: tener controlado un vestuario saturado de grandes estrellas, todas ellas calmadas, en lo bueno y en lo malo, y sin que ese vestuario sacara en ningún momento la cabeza como ha ocurrido este año.
Segundo, con la contratación de Rafa Benítez, que es otra de las víctimas de esta situación provocada por la salida de Ancelotti que incluso en los malos momentos había sabido ganarse el respeto y admiración de los que al fin y al cabo mandan y te ponen arriba o abajo: la afición. Benítez lo ha tenido complicado desde el primer instante y si todo esto fuera poco le han ido matando deportivamente los resultados y algunas que otras decisiones caprichosas o no entendidas desde la grada.
Tercero, uno de los factores claves: la salida de Iker Casillas al que se le hizo culpable de mucho, con pitos de su afición, algo increíble para un portero que tanto dio y que siempre fue un ejemplo, y que vio como después de tanto dado, tenía que irse por la puerta de atrás, despidiéndose sin nadie del club y con una posterior rueda de prensa que Florentino preparó para cubrirse la espalda y que no hizo más que dejar claro lo que era una evidencia, el divorcio entre el presidente y el guardameta internacional.
Comenzaba la competición, y ante la falta de alegrías arriba, Keylor Navas se fue convirtiendo en el nuevo ídolo de la afición con sus paradas. Pero los meses fueron pasando y el que ayer era celestial fue tocando el calor del infierno, cuando lo imparable ya no se paraba, y lo paraba también entraba a veces, algo lógico por otra parte. La historia comenzaba a cambiar.
Y a todos estos puntos hay que unirle un vestuario roto, con grupos, dividido, un equipo que no termina de arrancar, agobiado ante los triunfos del Barça y del que ya se viene hablando de un cambio de banquillo, con la salida de Benítez y la llegada de Mourinho de la que todo el mundo habla desde hace una semana.
2015 va tocando a su fin, un 2015 que todo el madridista despedirá con alegría porque el calvario dice adiós y con la esperanza de que el nuevo año 2016 traiga esperanza y cambios, muchos cambios, a la mala gestión de un presidente, Florentino Pérez al que le va viniendo grande el barco en el que está, debiendo dejarse aconsejar más por aquellas personas que saben de esto llamado fútbol.
El madridismo confía que el año 2016 sirva para que el Real Madrid Crisis de Fútbol vuelva a ser lo que fue siempre, el Real Madrid Club de Fútbol.
Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Marca
