Una opinión de: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11ara
Cada vez entiendo menos este mundo del fútbol, el circo en el que se ha convertido todo, con el peligro que suponen las redes sociales y con lo que se ha convertido la prensa española…
A lo que hemos llegado, en lo que estamos convirtiendo este apasionante mundo del fútbol donde de un tiempo a esta parte todo vale: faltas de respeto incluidas, y lo siento, pero debo ser un bicho raro porque no me apetece entrar en este circo sobre el que en muchas ocasiones se convierten los medios de comunicación, y donde parece que si no entras en esa ruleta de descalificaciones dejas de formar parte del juego.
Crecí en otro tipo de periodismo, con una educación y respeto que me enseñaron mis padres. Sí, si tengo que atacar ataco, por supuesto, ¿qué animal no enseña los dientes si le acechan? De pequeño, tuve que ver como mi ídolo, y ahora amigo, Luis Arconada era vilipendiado una y otra vez. Y todo por marcar unas pautas de respeto, por no traspasar la delgada línea que separa el bien del mal.
Con la impotencia de aquel crío que soñaba ser portero y emular al gran Arconada viví en directo el deporte nacional: poner en lo mas alto a alguien para posteriormente cuando sea tomado como ejemplo derribarlo sin compasión. Altar y escalada lograda por méritos propios por el personaje en cuestión y nunca porque nadie le haya regalado nada.
Le ocurrió a Arconada y ahora le pasa a otro grande, a otro portero, a otro referente: Iker Casillas, no pongo el ‘Don’ porque mencionando al meta internacional ya se puede leer ese ‘Don’ sin necesidad de escribirlo. Un ejemplo de profesional, el mejor portero, con diferencia que ha dado España, desde la retirada en activo del citado Arconada, y que como ocurriera con el meta donostiarra le ha tocado recoger la ira, la envidia, y las frustraciones de unos pocos que tienen que tirar a dar a Iker Casillas para ser noticia.
Si Iker falla es noticia, si para como siempre hace no. Lo cuál dice mucho del meta de Móstoles ya que al parecer sólo acapara la atención de los medios cuando hace algo mal, por lo tanto novedoso ya que lo normal es que siempre pare lo parable y lo imparable. Me viene a la cabeza una frase genial del ex seleccionador español Javier Clemente cuando fue preguntado por los errores de Arconada y Zubizarreta en la Eurocopa y el Mundial. «Los buenos porteros son los que fallan algunas veces, los malos los que fallan siempre», sentenciaba Clemente.
He echado de menos, esta semana, ver imágenes de los paradones de Iker Casillas en el partido de máxima rivalidad que disputaron Benfica y Oporto. Eso al parecer no vende, lo que vende es que Iker no ataje ese balón que aquellos que nunca se pusieron debajo de una portería dicen que era fácil de atajar. ¡Increíble! ¿No creen?
Por ello esta misma semana Iker ha estallado. Un periodista le felicitaba por twitter y el meta le respondía de forma irónica y cariñosa con un: «Cuidado que eso te convierte en Palmero también»; de ahí mi titular de este artículo de opinión. El peligro de las redes sociales donde cualquiera puede escribirte bajo el anonimato hizo que un aficionado contestara ese mensaje con un «es curioso porque la semana pasada cuando la cagaste no ponías nada».
A lo que el aficionado en cuestión tuvo una respuesta rotunda del portero internacional. «Escribo cuando me sale de los cojones, espero que te haya quedado claro y lo hayas entendido a la primera». Muchos pueden pensar que podría haberse callado pero ¿no nos quejamos de que los futbolistas se mueven en un guión y no se muestran como realmente son?
Pues eso es lo que ha hecho Iker Casillas, mostrar su malestar, con la misma libertad que la que tuvo el aficionado al escribirle. Ya saben lo que les decía antes, cuando atacas debes tener en cuenta que el receptor puede, como en el tenis devolver la bola, y darte una respuesta tan directa o más si cabe que la tuya. Pero claro si es un aficionado o un periodista el que falta el respeto o tira a dar, no pasa nada; pero si es el protagonista de la historia… ¡Apaga y vámonos!
Por ello, una vez más me destapo ante el señor Iker Casillas, humilde donde los haya, portero grande, con los pies en el suelo… pero con un límite como todos, como tú y como yo, porque antes de portero de fútbol, padre de familia, hijo, amigo y lo que quieran añadir es persona, y como tal sufre y padece como cualquiera de nosotros.
Si después de todo esto que expreso y por ser un fiel defensor de un señor llamado Iker Casillas como desde siempre lo he sido de Arconada me llaman ‘Palmero’, bienvenido sea el apodo. Porque prefiero ser ‘Palmero’ de una gran persona y un profesional ejemplar, que de un frustrado y envidioso anónimo, periodista, o aficionado, cuyo deporte favorito es faltar el respeto a quien siempre ha sido un ejemplo: Don Iker Casillas.
El ‘Palmero’ de Iker: José Miguel Muñoz @tara11iker
Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
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