Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, pero cuanto más veo al Atlético de Madrid de Cholo Simeone, más me vienen a la cabeza aquellos recuerdos de esa Real Sociedad ‘made’ in Donosti con la que crecí y comencé a amar el fútbol. Aquel equipo txuri urdin formado por futbolistas nacidos en el País Vasco donde Arconada era su jugador franquicia.
El Atlético de Madrid, aunque formado por los mejores futbolistas de cada país no se puede comparar en ese aspecto ni en presupuesto con aquella Real, sí lo hace en lo que a su dibujo y forma de proceder se refiere. Simeone, al igual que Alberto Ormaechea en aquella Real mítica, tiene su equipo base en el que varios futbolistas son prácticamente inamovibles dado el papel importante que juegan en el esquema del Atleti.
Ambos técnicos han logrado un bloque consolidado, sin apenas fisuras y cimentado desde algo tan importante, tanto para Ormaechea como para Simeone, desde la defensa y con su punto fuerte en su líder y capitán, su portero. Dos de los menores porteros del mundo de toda la historia, Luis Arconada y Jan Oblak.
El donostiarra Arconada está entre esos porteros más increíbles de la historia del fútbol, un guardameta completísimo que lo reunía todo: carácter, liderazgo, agilidad, reflejos, valentía, potencia… un auténtico número uno y la piedra pilar sobre la que se cimentaba el equipo de Alberto Ormachea. Aquel conjunto que en la década de los ochenta fue un referente en el fútbol español y europeo con una alineación que todo el mundo conocía de carrerilla.
Arconada es uno de los grandes referentes de los actuales porteros que ven en él, al mejor espejo en el que mirarse, en aquel portero, Leyenda, que fue sin duda el primer gran ídolo del fútbol moderno en España. ¿Quién no pedía a los Reyes o en su cumpleaños la camiseta de la Real Sociedad o la selección de Arconada? ¿Quién no soñaba ser como él? Emular sus vuelos imposibles al ponernos sus medias blancas pensando que eso nos haría un Superhéroe como el gran Number 1.
El Arconada del Atlético de Madrid se llama Jan Oblak, desde el que Cholo Simeone basa todo su esquema de juego, como en su día hiciera Ormaechea con su meta en la Real. Oblak, considerado en los últimos años el mejor portero del mundo, es la piedra angular del proyecto Simeone desde que ambos encontraron sus caminos. Y desde entonces, el crecimiento profesional de Oblak ha sido directamente proporcional al del Cholo y el Atlético.
Todo comienza desde Oblak como en la Real lo hacía desde Arconada, y como ese punto es totalmente fiable, el resto de la máquina está engrasada a la perfección. Todo ello con un continúo crecimiento pero manteniendo los pies en el suelo y sin echar las campanas al vuelo. El «partido a partido» sigue siendo el abecedario de Simeone por dos aspectos fundamentalmente: uno porque le ha ido de maravillas desde que lo implantó en el Atlético y posteriormente porque es la mejor forma de no relajarse pese a estar en lo más alto.
El idilio de Cholo Simeone y el Atlético es algo así como el de Romero y Julieta, uno no podría existir sin el otro, porque nadie como el argentino ha sabido entender la filosofía de entender el fútbol del aficionado rojiblanco.
Así lo explicaba en una entrevista concedida a La Nación. «Cuando los entrenadores llegamos a un club, necesitamos entender su historia. Si no la entendemos, estamos destinados a pasarla peor que mejor. Si yo no siento esa esencia, no voy. Desde el momento que acepto ir, lo más sano y lo más noble del entrenador es preguntarse: ¿Cuál es la historia de este club?. E ir moldeando tu estilo de juego a la historia de ese club, sin dejar de ser vos».
Por eso Simeone y el Atlético de Madrid están hechos a su imagen y semejanza, por eso, a diferencia de otros equipos, hay una sinergia de trabajo que hace que todo fluya y que nada influya. Y el día, que por lo que sea sus destinos tomen caminos distintos, siempre se hablará de Simeone al hablar del Atleti al igual que ocurre con Luis Aragonés, Radomir Antic, o Helenio Herrera…
En fin, un paralelismo entre aquella Real Sociedad de Ormaechea y este Atlético de Madrid de Simeone. Dos equipos que tienen mucha semejanza en su forma de entender el fútbol, de ir paso a paso, sin prisas pero sin pausa, y con un Atleti que pese a su lema de «partido a partido» es consciente de que es el gran candidato para convertirse en el nuevo campeón de Liga, algo que en estos momentos depende única y exclusivamente del equipo del Cholo. Mientras, la actual Real Sociedad peleará mañana por repetir la hazaña de aquella mítica Real Sociedad de Arconada, Zamora, López Ufarte… que lograron en La Romareda el título de la Copa del Rey. Ya con John Benjamin Toshack como entrenador.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Fotos: Real Sociedad y Twitter Simeone
