Dos años ya sin Luis Aragonés, el hombre que cambió el fútbol en España, el que nos mostró el camino de la que poco después sería primero, mejor selección de Europa, y posteriormente, del Mundo. Que se dice pronto. Su legado quedará por todos los tiempos, se fue para convertirse en Leyenda de nuestro fútbol.
Como todos los grandes tenía ese toque especial, a veces borde, otras tantas entrañable. Serio y a la vez un tipo gracioso, con esos golpes que te arrancan de cuajo una carcajada inmensa con la que te llenas de vida, de esos buenos momentos, de esas tertulias que te enriquecen como persona, de las que te enseñan los entresijos de este bello deporte llamado fútbol.
Se habla del fútbol de Guardiola, de la magia del Barça, del potencial del Madrid… de eso que tantos minutos de televisión y radio llena, pero si por algo será recordado Luis Aragonés, será por haber hecho jugar a la selección como ese Barcelona de ensueño, con toque, con una exquisitez al alcance tan sólo de los paladares más exigentes.
España jugó y lo más importante al fin y al cabo: ganó. Y lo hizo como más gusta, jugando bien, tratando con mimo ese esférico que es capaz de arrancar sonrisas con la misma rapidez que alguna lágrima o llanto, porque el fútbol es al fin y al cabo eso, sentimiento, el que ponía Luis Aragonés en cada día a día suyo; primero como futbolista y posteriormente como entrenador,
Un jugador grande, un técnico eterno, que será siempre recordado por aquella charla que dio en el vestuario de la selección española antes de aquella final de la Eurocopa: «Señores, ya hemos llegado hasta aquí, pero ahora falta lo realmente importante: Ganar, ganar y ganar, no vale otra cosa. Salgan al campo, es el momento de hacerlo».
Y vaya si lo hizo España, con ese Eurocopa de 2008, curiosamente el año que mi hijo Iker llegaría al mundo, el primer título para la nueva España tras aquella Eurocopa de 1964, y aquel subcampeonato de Europa de 1984. En el recuerdo también aquellas lecciones de humildad a grandes del fútbol mundial como Samuel Etoo, al que no dudó agarrar del pecho para bajarle los humos y mostrarle el camino hacia el respeto, que el propio Etoo siempre agradeció al que llamaba cariñosamente «Papá. O aquella charla en un entrenamiento del Valencia donde le dijo a Romario aquello de «Míreme a los ojos, cara a cara, usted míreme a los ojos»…
En su haber quedarán por siempre esa Eurocopa de 2008 y un sinfín de frases que serán repetidas con el paso de los años por entrenadores, jugadores, aficionados… «Hay que ganar por lo civil o por lo criminal», frases que en algunos casos quizás se citen sin saber quién fue el genio que las inventó a la espera de que los que lo hayamos conocido les hablemos de ese entrenador de carácter y genio, que hizo que por primera vez España, nuestra España, enamorara con su fútbol ganándose el respeto y admiración de grandes selecciones como Brasil, Alemania, Francia…
Es Luis Aragonés, el Sabio de Hortaleza.
Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Eurocopa .com, Traiga.net, Jornada.unam