El décimo Aniversario de Eindhoven y el recuerdo para el presidente que hizo todo esto posible

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Nuestros números 1, Number1 opina

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Sevilla FC Eindhoven Foto Marca

Se han cumplido diez años de aquella primera UEFA de Eindhoven, curiosamente a puertas de dos nuevas finales, una de la Copa del Rey y otra de la UEFA Europa League. Quién nos lo iba a decir…

Diez años, diez ya de aquella noche mágica en tierras holandesas, con Eindhoven como sede del sueño de miles de sevillistas, que desde esa fecha del calendario, desde ese mágico día del mes de mayo, tienen a Eindhoven como una de sus ciudades predilectas. La noche en la que la historia siguió cambiando, como lo hizo con ese inolvidable gol de Antonio Puerta, que hizo al Sevilla FC el equipo de todos.

Noche de fiesta, de magia, de sueños encontrados, de gargantas cascadas por el griterío de euforia, con otros tantos miles de móviles captando instantáneas para el recuerdo, para ese recuerdo que ahora, diez años más tarde hace que aún se nos ponga la piel de gallina de la emoción vivida, con esas imágenes que quedaron grabadas de por vida en nuestras retinas.

He visto, leído y oído mucho durante estos días que se cumplen diez años de aquella primera UEFA Europa League, mucho, demasiado. Y en esa coctelera de noticias, de opiniones, de informes… he echado en falta un nombre, el del hombre que hizo posible este proyecto, el que puso la semilla para que esos sueños que albergó desde su infancia, desde aquel día en que agarró la mano de su padre tras la ‘caída’ de su Sevilla le dijo: «Tranquilo Papá, yo será un día presidente y te daré un Sevilla FC campeón».

He echado en falta que se le diera su sitio (incluso en los medios oficiales) al hombre que hizo posible el sueño, al que confeccionó un equipo de trabajo serio y sólido, al que dio unas estructuras a la entidad, algo tan necesario en este mundo del fútbol, al que modernizó el Sevilla FC, al que fichó a José María Cruz, gestor que supo poner los números en su sitio para que el Sevilla pudiera luchar en igualdad de condiciones con sus rivales. En definitiva, he echado de menos que se acordaran del hombre que hizo todo esto posible.

Al que se ganó, por méritos propios el apodo de mejor presidente de la historia del Sevilla Fútbol Club, a pesar de que él, rompiendo los moldes de aquellos que le llamaban prepotente, dejara tan especial galardón a su amigo y maestro, Luis Cuervas. Por eso, unos días después de la noche mágica de Eindhoven, me he sentado frente a mi ordenador para que tu nombre, José María del Nido Benavente, siga vivo y libre, porque hay cosas que no se pueden, por mucho que algunos se empeñen en encerrar en una fría celda.

Y el agradecimiento del sevillismo es libre, libre para destacar tu buen hacer, para llamar a las cosas por su nombre, y ahora que el Sevilla FC que tú soñaste sigue adelante, sin tu presencia en el Consejo, pero con los sólidos mimbres que dejaste a tu marcha, es decir: trabajo, dedicación, sueños, ambición… quiero dedicarte estas líneas amigo José María. A ti que me permitiste trabajar en el Sevilla FC y compartir momentos profesionales y personales inolvidables.

A ti, José María, por aquellos momentos en los que me fallaste y te fallé, porque nuestros errores nos hicieron crecer y cimentar lazos que necesitaban de algún que otro tirón de oreja. Porque ese crecimiento nos hizo mirar adelante sin esa enfermedad que algunos llevan como compañero de viaje: el rencor. Y lo hago ahora que el Sevilla FC celebra ese décimo aniversario de aquella noche de la que tanta culpa tienes, porque sin ti, y sin esas decisiones que tomaste, nada de esto que ahora celebramos habría sido posible.

A ti que te llamaron loco cuando en el año 2002 dijiste que «La deuda es calderilla» o que ibas a ser el mejor presidente de la historia a tu llegada a la presidencia. El tiempo te dio la razón, y aquellos que te machacaban terminaban comiendo jamón y langostinos contigo en la Feria. Muchos hablaron de un proyecto de juguete pero no tuvieron más remedio que aplaudir cuando vieron que el juguete funcionaba y de qué manera.

Lograste algo tan complicado en época de crisis, hacer que éxitos deportivos fueran de la mano de éxitos económicos, convirtiendo a un equipo que no tenía ni para balones, en un equipo que los vendía como churros en sus tiendas oficiales, de vender penas, a ofrecer un futuro lleno de optimismo y lo más importante: realidades. Sacabas pecho y tenías motivos para ello hasta el punto de reconocer en una entrevista con Juanjo Díaz para Marca que eras «el hombre más importante de la tierra después del Papa».

Han pasado diez años de aquel día de mayo en el que le mostraste al sevillismo que los sueños se cumplen, y que lo mejor estaba por llegar. Y así fue, otra UEFA, la Supercopa de Europa y la de España, la Copa del Rey… y así hasta hoy, con dos nuevas finales a puertas, con otro presidente, otro Consejo, pero las mismas bases para que este proyecto que creaste de un Sevilla ambicioso siga siendo presente y lo más importante, futuro.

Con aquella frase que repetías hasta la saciedad y que hoy, en tu ausencia de la presidencia, entiendo mejor que nunca: «Lo único imprescindible en el Sevilla FC son su escudo, su bandera y la afición». Y se ha cumplido tu vaticinio amigo presidente.

Este es mi humilde homenaje al presidente que hizo posible el sueño. Otros vendrán, levantaran títulos y gritarán la grandeza de este Sevilla FC, pero no olvidemos que sin memoria no somos nada, y en esa memoria siempre estarás tú José María del Nido, el mejor presidente de la historia. Para terminar, dejo otra de tus célebres frases tras tu segunda UEFA Europa League. 

«Hoy me puedo morir tranquilo, el Sevilla Futbol Club a día de hoy es campeón de Europa. Hay que sentirse orgulloso de lo que somos, sevillistas por encima de todo, hay que contarle a vuestros amigos a vuestros vecinos lo que es ser campeones de Europa eso solo lo sentimos nosotros.»

Y así hago yo ahora, contárselo…

Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: Marca