Joaquín, lo tuyo es de dos orejas y rabo

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Nuestros números 1, Number1 opina, Real Betis

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Torero de arte encerrado en el cuerpo de un futbolista que regala sus medias verónicas envueltas en un esférico, sobre la hierba en lugar del albero, pero con esa pasión que sólo él puede lograr.

Cuando Joaquín Sánchez llegó al mundo en el Puerto de Santa María, lo hizo para triunfar. Sus padres  todavía no lo sabían pero poco a poco fueron descubriendo el gran artista que habían traído al mundo. Cargado de genio y de esa magia que no necesita trucos, el pequeño Joaquín fue creciendo en una familia llena de amor que veía en ese rubíto de ojos claros una auténtica caja de sorpresas, capaz de inventar lo que nadie podría imaginar.

Y así siguió haciendo con el paso de los años. Creció a la sombra de su hermano Ricardo, que en aquella época era el que se llevaba la gloria futbolísitca mientras que Joaquín, muleta en mano seguía diciendo aquello de «Yo voy a ser torero». Su sueño no pudo completarse en toda su extensión pero sí en gran parte; el Real Betis le ficha y va creciendo poco a poco, sin prisa pero sin pausa, como futbolista, dejando aparcada su muleta y el estoque para dibujar sus medias verónicas sobre el albero, pero no de una plaza de toros, como ahora disfruta con su amigo el Maestro Manuel Jesús El Cid, sino de un campo de fútbol.

Los años fueron transcurriendo hasta convertirse en el ídolo y referente del belicismo que a día de hoy es. Basta preguntar en cualquier rincón del mundo por Joaquín para descubrir que es conocido en todas partes, indistintamente de si a quien se formula la pregunta es aficionado al mundo del fútbol o no, porque la fama de Joaquín traspasa fronteras, hasta el punto que sus comparecencias en El Hormiguero o cualquier programa de televisión son sin duda el mejor reclamo para lograr unos índices de audiencia récord.

Con 38 años suma sueños y realidades para el beticismo donde sin duda es el mejor referente posible del equipo de las trece barras superando a mitos como Gordillo, Cardeñosa, Rogelio y compañía. Sus tres goles, o como se le llama popularmente, su hat tric, no son más que un nuevo paso de este incombustible futbolista, honrado como pocos, y que sin duda con 38 años en su calendario se muestra más fino, más fuerte y con más cuerda casi, que cuando en el año 2000 emergió con fuerza en el Benito Villamarín.

Porque sus tres goles, que supusieron la victoria ante el Athletic llegan curiosamente cuando algunos no terminaban de ver su renovación, algo que se ha ganado a pulso y a base de liderazgo, goles, pases y centros perfectos, y hacer beticismo allá por donde vaya. En ese día después donde todo el país habla de Joaquín, de ese chaval de 38 años que sigue teniendo hambre de fútbol. Eterno y único, realmente irrepetible, de los que marcan época y entran en la historia como leyendas.

Y es que el portease sigue batiendo récords. Con 38 años y 140 días se ha convertido en el futbolista de mayor edad en lograr un hat trick en Primera división, algo que hasta la fecha nadie había logrado, superando de esa forma la marca que permanecía intacta desde que en el año 1964 lo lograra Alfredo Di Stefano con 37 años y 255 días. Creciendo cada día, cada entrenamiento, cada partido y con la mente puesta en un futuro aún lejano, como presidente del Real Betis, del que es accionista desde hace unos años con algo más del 2 por ciento de acciones.

Lo tuyo amigo Joaquín, es de dos orejas y rabo.

Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: La Razón