El caso de Ivan Rakitic es de esos que por mucho que quieras no le encuentras explicación. Uno de los mejores futbolistas de la plantilla del FC Barcelona que no cuenta, pero la afición culé no olvida.
Hablar de Ivan Rakitic es hacerlo de uno de los mejores futbolistas croatas de la historia. Un jugador con un curriculum envidiable que se dio a conocer en el fútbol español tras su fichaje por el Sevilla FC, otro de esos juegos de magia del gran Monchi que nos descubrió un futbolista completísimo, un profesional ejemplar y una persona increíble. Desde su llegada a Sevilla se adaptó rápidamente, y pese a sus problemas con el idioma en sus comienzos, el amor por la que hoy es su esposa, Raquel Mauri le hizo españolizarse a toda máquina…
Su buen hacer en el Sevilla FC le llevó a fichar por el FC Barcelona, club en el que tuvo una rapidísima adaptación, ganándolo todo y convirtiéndose en uno de los futbolistas más queridos de la afición culé. Por ello, llamó poderosamente la atención que durante el pasado verano el FC Barcelona se empeñara en colocarlo a toda costa fuera de Can Barça para así lograr el fichaje de Neymar, curioso ¿no creen? especialmente si tenemos en cuenta que se buscaba la salida del croata para traer a alguien que no sólo se fue porque quiso sino además que a día de hoy aún tiene denunciado al club.
La pasada semana, la afición culé le mostró su cariño al recibirle con una cerrada ovación, de esas que llegan al corazón, a ese corazón conquistado por Ivan Rakitic en la ciudad Condal como antes hizo en una ciudad tan especial como Sevilla. Cuando se le habla de su presente y su futuro en el FC Barcelona explica: «No sé qué pasará. Quiero jugar para el Barça y no solo ser parte de ese equipo. Haré todo lo posible para tratar de cambiar esta situación en los próximos partidos».
Del futuro añade: «Tengo un contrato por un par de años más, no hay mejor lugar para jugar que en el Barcelona, el mejor club del mundo, pero quiero jugar y no solo disfrutar de pasear por la ciudad y disfrutar del mar…» mostrando una vez más su claro carácter ganador, ese del que siempre ha hecho gala indistintamente de que luciera la camiseta del Sevilla FC, la del Barça a la de la selección de su país, Croacia.
Porque si algo es Iván Rakitic es un profesional comprometido, uno de los que siempre da el máximo, de los que sólo tiene en su diccionario la palabra: ganar. Así ha sido desde que inició su trayectoria en Suiza, el país que le vio nacer, y así continuó siéndolo desde que llegó a España, a esta Liga donde es uno de los grandes de la misma. Y qué decir de la parcela personal, de la humana, de esa de la que tan poco se habla en un mundo tan superficial y convenido como el del fútbol.
Rakitic, Iván, es un orgulloso padre de familia, un marido enamorado, un buen hijo, un gran hermano, y una persona humilde. No olvida sus comienzos, lo que costó llegar hasta donde está ahora y por ello siempre tiene una sonrisa y tiempo para quien busca su autógrafo o esa foto junto a él para mostrar a los amigos. No vive, incomprensiblemente, su mejor momento en el Barça por esa política de club de haberlo utilizado como moneda de cambio en el caso Neymar, algo que aunque no gustó nada al futbolista y su familia, no han querido polemizar al respecto manteniendo su malestar en silencio.
El FC Barcelona no ha sabido estar con Rakitic a la altura que ha estado el futbolista pero de momento, con la gran ovación que le brindó en el último partido al saltar al terreno de juego, la afición culé ha dictado sentencia mostrándole que sigue siendo un hombre querido.
¡Respeto para Ivan Rakitic!
Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: La Vanguardia
