Una historia que llega al corazón

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Más Fútbol, Nuestros números 1, Number1 opina

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Hay gestos que te llegan al alma, que te atrapan de lleno y te llenan tus ojos de esperanza de que aún es posible un mundo mejor. Es el caso del futbolista Jermain Defoe que merece ser premiado.

En una sociedad donde la hipocresía y la envidia son las grandes enfermedades de este Siglo XXI, hay historias que te cautivan y te llegan al corazón para envolverte dentro de ella, arrancar una lágrima de satisfacción y hacerte ver que todavía hay cosas por las que merece la pena luchar. El gesto del futbolista Jermain Defoe es uno de ellos.

Bradley Lower es un niño británico de apenas cinco años que sufre un neuroblastoma en fase terminal. El chico es un gran apasionado al mundo del fútbol, como otros niños de su edad, y fan del Sunderland, equipo de la Premier League inglesa. Pese a la enfermedad que viene sufriendo y los duros momentos que atraviesa no pierde esa sonrisa con la que alentar a los suyos.

Esa sonrisa fue más grande hace unos días cuando recibió la visita en el hospital de varios jugadores de su equipos, los futbolista Jermain Defoe, John O’Shea, Sebastian Larsson y Vito Mannone. Un momento de lo más emotivo, cuando los cuatro se sentaron en la cama para hablar, bromear y jugar con el pequeño Bradley de cinco años.

Llegó el duro momento de las despedidas, ya saben, los niños siempre quieren más. Los futbolistas fueron despidiéndose uno a uno del niño enfermo hasta que llegó el momento de la despedida de Defoe, cuya mano agarró el pequeño Bradley Lower para decirle: «No te vayas por favor, quédate conmigo». Fue entonces cuando éste le sonrió y sorprendió a todos al tumbarse en la cama junto al niño y abrazarlo hasta que con una inmensa sonrisa de esperanza soñadora, el pequeño de cinco años se quedó dormido.

Un bello gesto que no puede dejar de emocionarnos en este mundo cargado de insensibilidad, de sentimiento, de cosas de verdad. Y un ejemplo para los poderosos, equipos de fútbol y futbolistas que sin niños como Bradley Lower no serían nada. Basta de tanto egocentrismo y tomemos ejemplo de gestos como estos que sí convierten una Liga en la mejor del mundo, por encima de marketing e intereses que no llevan a ningún sitio.

El gesto de Defoe y el Sunderland tiene más mérito si cabe ya que no es la primera vez que actuaban con el pequeño, de hecho ya habían ayudado al pequeño Bradley. En septiembre, la mascota del Sunderland donó 236.000 euros para su tratamiento y en diciembre fue premiado con el mejor gol del mes, momento en el que el propio Defoe expresó su especial cariño por Bradley.

A Bradley, de cinco años, le diagnosticaron en el año 2013 un neuroblastoma, luchando desde entonces en dos duros años para vencer al cáncer del que se curó, pero el pasado verano recayó. Gracias a las 700.000 libras que recaudó la familia pudieron comenzar un tratamiento para prolongar su vida lo máximo posible e intentar llevarle a Estados Unidos donde recibiríá un tratamiento alternativo.

Una historia que pone los vellos de punta y que debe servir de ejemplo. Todos los que somos padres/madres sabemos lo que duele un hijo, lo que se sufre y la lucha constante y diaria que llevamos por una sonrisa de nuestros hijos. Tomemos nota de esta historia y seamos cuanto menos, mejor personas. Nos iría mejor…

JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: BRADLEY LOWERY @Bradleysfight