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El Real Madrid empató a cero en la vuelta de la Champions League ante el Liverpool y una vez más demuestra que es el Rey en esta competición colándose un año más en las semifinales de la Liga de Campeones.
Podrá gustar más o menos, por aquello de que se trata del Real Madrid y que en muchos casos es un equipo al que los árbitros le favorecen más que al resto, pero lo que no se puede negar es que tiene muchísimo mérito lo que un año más ha logrado: colarse en las semifinales de la Champions League, algo que dice mucho para un equipo que sin estar en su mejor momento de forma, sigue luchando por la Liga y con muchas opciones en la máxima competición europea a nivel de clubes.
Da igual que esté Cristiano Ronaldo o no, porque esta es sin duda su competición, en la que tanto en títulos como en rendimiento ha demostrado ser, con creces, el Rey de Europa. De un lado, Zinedine Zidane, que sabe llevar al grupo a las mil maravillas, vuelve a entrar en las semifinales de la Liga de Campeones, en esta ocasión con un plus más en lo que a méritos se refiere al dejar en la cuneta al Liverpool que si bien no es ni mucho menos su mejor versión esta temporada, siempre es el Liverpool.
Clasificación lograda pese a la baja del capitán y líder de este equipo Sergio Ramos, sin Hazard, Carvajal, Varane, Lucas Vázquez… porque como ya le ocurriera a Miguel Muñoz en su día, Zidane tiene una flor en el culo que hace que al final, pese a todo el temporal del camino, todo acabe bien. Porque Zizou no es hombre de buscar excusas o poner peros, hace que cualquiera de sus hombres se ponga el mono de trabajo cuando la ocasión lo requiere para callar bocas y hacer que su Madrid siga creciendo para mal del resto.
Esta es su competición, lo ha sido siempre y lo sigue siendo. Seguiremos contando (con la boca pequeña) que muchas de esas 13 Copas de Europa fueron en blanco y negro, pero son 13, lo que ningún otro club ha sido capaz de lograr ni por asomo. Porque no ha límites para los blancos cuando de esta competición se trata, no hay vuelta atrás, sino pasos adelante. Ahora que vengan a contarnos que los árbitros le favorecen, que aquí no hay otra historia que no sea, como diría Cholo Simeone, que ganar, ganar o ganar.
Lo de Anfield ante el Liverpool fue una exhibición de lo que este Real Madrid sabe hacer. Porque además de la calidad ha conseguido aprender a sufrir, con un equipo comprometido y que rema siempre en la misma dirección. Todo ello con una buena base en la que Courtois juega un papel crucial. Criticado para la gran mayoría hasta la extenuación, salvo para un servidor (ahí está la hemeroteca y las tertulias del Corrillo de Radio Marca) que siempre dijo que sin ser Iker Casillas, era un portero muy bueno. El tiempo le ha dado la razón al meta belga que ha callado bocas con cada parada.
A ello hay que unirle una defensa, Nacho, Valverde y Militao, que sin ser los titulares habituales ejercieron con gran solvencia su trabajo, haciendo que nadie se acordara de Sergio ramos, Varane y compañía algo que antes nunca ocurrió. Mención especial merece igualmente Casemiro, jugando prácticamente cojo todo el partido y demostrando una casta digna de tal reconocimiento, junto a Kross y Modric dos futbolistas ya curtidos y al que el físico les manda a veces un recado.
Y para terminar el pastel, Vinicius, que sin ser el jugador Top que quieren hacernos ver desde la capital de España; sí es cierto que ha crecido, pero no es un crack. Sin olvidarnos de otros de los futbolistas vitales en este Real Madrid, Karim Benzema. Criticado como suele ocurrir con los grandes cracks pero que nunca deja de sorprender y ser siempre resolutivo cuando el resto no lo es, sabiendo coger arriba la responsabilidad de los goles dejada con la marcha de CR7.
En definitiva, estamos ante un nuevo Real Madrid, un equipo por encima de individualidades. Un equipo de hombres por encima de nombres, algo que no ocurría desde la época de los García allá en la década de los años 80. Un equipo capaz de eliminar al Liverpool, ya que si bien no era el mejor momento de los Reds, tampoco lo es del equipo blanco.
Un Real Madrid que quiere seguir creciendo y ser fiel a su historia, el de un equipo que sigue escribiendo sus páginas más bonitas y llenas de gloria en la que es su competición: La extinta Copa de Europa, ahora Champions League. Porque ni el Madrid sería el Madrid sin la Champions, ni la Champions sería igual sin el Rey de la competición.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: MARCA
