No es Emery hombre de meterse en muchos charcos, su filosofía es la de quedarse en la barrera viendo como marchan los acontecimientos para debido el caso tomar parte pero sin ser tajante.
La ‘guerra’ abierta entre Cavani y Neymar Junior es un hecho, enfrentamiento este que no era tal unas horas antes del partido que enfrentó al PSG con el Lyon, cuando ambos cenaban amigablemente. La culpa no fue del cha-cha-cha, sino de un penalti que ambos querían tirar, y que Cavani lanzó por aquello de la jerarquía en el equipo, donde es uno de los veteranos, ante un Neymar que pese a su gran peso, por ser e fichaje estrella es un recién llegado.
Ya le ocurrió en sus comienzos en el FC Barcelona encontrándose con un generoso Messi, que en algún momento concedió al brasileño el brasileño de lanzar algún que otro penalti, pero sin que Neymar llegara nunca a las malas formas que tuvo con el uruguayo Cavani en el enfrentamiento del PSG ante el Lyon, algo que con todos los motivos sentó muy mal a Cavani, que dejó claro a Neymar Junior que en el equipo parisino había una jerarquía y la misma estaba para respetarla.
Lo sorprendente de todo es ver como un técnico experimentado como Unai Emery no ha tomado cartas en el asunto, quedándose en la barrera esperando como reaccionan sus estrellas y provocando con esa actitud pasiva que el vestuario, que debe ser la base de todo equipo, sea un corral con demasiados gallos presumidos, entre los que el brasileño Neymar Junior es el más ‘gallito’ de todos.
Emery no ha entrado en escena pero debe hacerlo en la mayor brevedad de tiempo para evitar un fuego que no sólo se ha encendido sino que ha ido cogiendo fuerza desde el pasado domingo que se produjo el incidente entre dos de sus estrellas hasta unos días más tarde, donde el mismo ha ido ‘increcendo’ en lugar de apagarse bruscamente para evitar lo que está sucediendo en un equipo con muchas estrellas. Es lo que tiene el talonario que a veces sale excesivamente caro…
Neymar sabe que ahora tiene más fuerza que nunca, porque ha dejado de estar a la sombra de Messi para ser él quien da sombra en la que otros se cobijan. Y la aprovecha, hasta el punto, que al final pueden volverse en su contra, no en lo deportivo, donde está en un momento de forma increíble, tras la madurez y explosión total que encontró en el FC Barcelona con Luis Suárez y Leo Messi como mejores embajadores para su fútbol, sino en lo institucional y como imagen comercial.
Esa actitud caprichosa, de estrella y falta de humildad, no es sin duda el mejor ejemplo para un personaje que es un espejo en el que muchos niños se miran y que de un tiempo a esta parte, no reflejan de la mejor forma posible. Ahora toca ver si Unai Emery, como es su obligación, toma cartas en el asunto y pone tajantemente los puntos sobre las ‘íes’. Como hombre de fútbol sabe lo importante que es tener el vestuario de su parte y que cualquier quiebra en el mismo terminará pasándole factura a él.
Y más teniendo en cuenta la fuerza que tiene Neymar en el PSG a pesar de que se trate de un recién llegado, al igual que Dani Alves, otro futbolista experimentado que ha entrado de lleno en el vestuario y en el terreno de juego haciendo notar su veteranía y ese carácter jovial que tanto bueno hacen en un equipo. Precisamente el ex jugador de Sevilla, Barça y Juventus puede jugar un papel fundamental en toda esta historia. Neymar Junior le escucha y agradece sus consejos, el primero de ellos debe ser: «Ney échala al suelo, y disfruta del momento, pero sin olvidar de dónde vienes»…
JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: AFP
