Mi reino por la vuelta de Valenzuela

Escrito por Jose Joaquin Solis. Creado en Number1 opina

Tagged: , ,

Si Valenzuela no está ya en el Betis es porque la cabezonería de quienes comandan la cantera no están por la labor de reconocer más que lo justo.


En esta Santa casa suelen pedir disculpas quienes están acostumbrados a hacerlo de hace tiempo, o quizá, los que conocen que en esta Guerra institucional que aún continúa, no reconocían errores aún si, al día de hoy, pudiese costarle la cárcel a alguno. El resto  calla, o no aparece,  o le echa las culpas a la crisis mundial, los elementos o a la mala suerte de turno propia de las trece barras, y otras frases sueltas de la Sevilla eterna…No muy lejos al día de hoy nadie dice que se han equivocado en la política de abonos, fichajes y cantera, y cuando lo hagan no duden que lo hará Guillén, Mel, y alguno que se le olvide y lo diga deprisa. Eso sí, probablemente en la radio oficial para no estar sometido a preguntas duras, como en aquellos tiempos, ¿verdad?.

Centrándonos en esto de fabricar futuro para el club, salió precioso lo de un proyecto a diez años que probablemente se creerá quien lo redactó en su día, a expensas de que cuando se culmine no esté ni él, pero ocurre que en el Betis se suelen sacar a la luz planes de futuro cuando el presente lo quieren tapar: esta cantera se cae, y no sólo en el Betis B.

Quienes conocen al que escribe, saben que la idolatría no es mi virtud, eso de adorar está para quien así lo procese, guste o necesite para su seguridad en la autoestima, de ahí que nunca me fiase de Lopera aun cuando mirase a otro lado cuando trajese a los famosos que nos llevaron a una final de copa y a segunda…de ahí, por extensión, que jamás en el Betis considere que se pueda ser imprescindible. Aunque es dogma de fé, realmente resulta el de cualquier empresario en una empresa.

Tras más de un cuarto de siglo, Valenzuela dejó el Betis sin apenas dejarle decir ni adiós, ni un homenaje, ni una mala insignia de cobre de ésas


que cuantifican un céntimo de euro del que ya se nos pierde, aunque menos, en la billetera. Se le finiquitó y ni se pudra. ¿Cómo pensamos que podría volver?

La pregunta no es retórica, sino pregunta en definitiva: ¿volvería Valenzuela? ¿Con la escoba? ¿Haría milagros de sacar conejo de una chistera en tiempo récord? La respuesta habrá quien la piense afirmativa, y no le faltan razones, pero viene la otra: ¿Seguirá siendo Guillén el único que reconozca el error, no de despedirlo, sino de haber metido a la tropa de incapaces que ahora comandan este semillero?

Sí, Guillén, porque ni él manda (una mierda, según el propio), ni fue él quien despidió e incorporó, sino el que siempre calla cuando hay que darse cuenta de cosas. Conste ya en acta que a uno de sus amigos  lo despidieron, pero por lo visto no piensa pronunciarse hasta que se deshagan de su tocayo de apellido y del queridísimo secretario técnico que ficha negocios, en vez de futbolistas. ¿De verdad que no hay motivos para sacar la cara?.

Mucho tendrán que reflexionar las partes, una para pasar página y la otra para decir que, una vez, se equivocaron. No estaría mal que lo afirmase quien cometió error, y ya insisto, no por echar a Valenzuela, sino por traer la morralla que se está cargando a la mejor cantera del mundo, sí, ésa que saca al menos un futbolista con dos millones de presupuesto y los que entrenan, alguno sin carné. Años de vacío nos quedan.

Twitter: @betis_com_es