Pues ya tenemos final para la Liga de Campeones. Chelsea y Bayern frustraron las ilusiones de muchos por ver una final entre Barça y Madrid. No tanto entre los sevillistas. Cualquiera que anoche estuviera atento a las redes sociales pudo comprobar cómo se divirtió la afición del Sevilla con la eliminación del Madrid.
Hay quien dice que esto es forofismo fanático, que cuando jugamos en Europa todos somos españoles y que cuesta trabajo entender que prefiramos que gane un equipo alemán a uno de nuestra tierra. Yo mismo creo que esto es de mediocres. Que es parecido a lo que pasa en Málaga con el Sevilla, esa aversión que nos tienen, ese llamar derbi a un partido entre los dos equipos cuando para nosotros no es más que un encuentro más. Cuando nos metemos con los malaguistas por eso, deberíamos recordar que la misma actitud mantenemos nosotros con el Madrid. No me malinterpren. Yo he disfrutado como un enano con esta eliminación. Pero las cosas son como son. Cualquiera me podría decir que el motivo es el hartazgo por todo lo que rodea al madridismo en la prensa, por su influencia en los estamentos futbolísticos que provoca que haya dos varas de medir a los clubes, por el injusto reparto de los dineros de la televisión que nos tiene a los sevillistas en pie de guerra. Y todo eso es cierto. Pero, ¿y qué pasa con el Barcelona? En la noche del martes, el Barça fue eliminado por el Chelsea, pero en las redes sociales se pudo comprobar que muchos sevillistas apoyaban a los catalanes. Y, por supuesto, no existía la inquina que hay hacia el Madrid. Ni muchísimo menos. ¿Por qué? Todos esos motivos por los que podemos odiar al Madrid se dan también con el Barça, con el agravante de que estos últimos andan agazapados a la sombra de los primeros, que son los que dan la cara, los que se llevan los palos y la mala fama, para que los dos obtengan el mismo beneficio. El Madrid al menos va de frente. El Barça no. El Barça te engatusa con una careta humildad y de respeto por los demás y con su juego bonito. Y si eso no basta, Guardiola te susurra unas palabra bonitas al oído y quedas conquistado. El Barcelona se lo lleva calentito a costa del resto de clubes igual que el Madrid. El Barcelona utiliza ese dinero, entre otras cosas, para debilitar al resto de plantillas (Alves, Keita, Adriano, Villa, etc.), igual que el Madrid (Ramos, Baptista, Albiol, Canales, etc.). Todo lo bueno que obtiene el Madrid con esos métodos que provocan la animadversión de otros lo obtiene también el Barcelona sin apenas mancharse. Y, sin embargo, el Barça nos cae bien y el Madrid, no. Es curioso. Supongo que cada cual tendrá sus explicaciones de por qué siente de esa manera. Yo siento de esa manera e imagino que es porque el Barcelona te mata con cariño y buenas palabras y el Madrid lo hace de un modo brutal y humillante. Ambos te matan, pero la sensación es distinta. Lo que está claro es que buen harían los grandes en preguntarse por qué hay tanta gente en España feliz porque no haya final española en la Champions. Twitter: @Ravesen_
