Demasiado castigo ante tan ‘rácano’ rival

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Real Betis

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El Betis tropezó de nuevo con la misma piedra. Segunda derrota consecutiva, excesiva para los méritos de un equipo verdiblanco que cuanto menos hizo méritos suficientes para empatar.

REAL BETIS (0): Casto; Mario (Amaya, min. 6), Dorado, Nacho Chica; Juanma, Beñat, Iriney; Jefferson Montero (Pozuelo, min.46), Jonathan Pereira (Salva Sevilla, min. 60) y Santa Cruz.

LEVANTE UD (1): Munua; Nano, Sergio Ballesteros, Juanlu, Del Horno; Barquero, Iborra, Xavi Torres, Javi Venta; Valdo y Koné.

GOL: (0-1) Minuto 33. Juanlu cruza ante la salida de Casto que pese a tocar el balón no puede hacerse con el esférico.

ÁRBITRO: José Luis González González. Amonestó por parte del Betis a Jonathan Pereira e Iriney mientras que de lado visitante vieron la cartulina amarilla Barkero, Javi Venta y Nano.

NUMBER 1 DEL REAL BETIS: Pozuelo. No pudo debutar en Primera división con una victoria pero su entrada en el terreno de juego se notó. Lo intentó en todo momento y se estrena en Primera con su primer NUMBER 1.

No fue el Betis que se vio ante el Zaragoza, ni aquel equipo insistente que derrotó in extremis al Mallorca, pero tampoco aquel conjunto ramplón del primer periodo de Getafe. Ni tanto ni tan calvo. El conjunto de Pepe Mel no estuvo brillante, todo lo contrario, demasiado lento, sin ese ritmo de partido que le gusta al técnico verdiblanco pero no eran tampoco las condiciones más propicias para ello. Un césped demasiado seco pese al riego que funcionó antes del choque, una temperatura (Más de treinta grados) alta para la práctica del fútbol en Sevilla, y para colmo, enfrente un Levante consciente del límite entre sus virtudes y sus defectos.

El conjunto de Juan Ignacio Martínez, técnico levantinista, sabía a lo que venía y lo logró. Y para ayudarle en tan calurosa tarde, nada como ponerse por delante del marcador y tener que preocuparse tan sólo de esperar, esperar y esperara. Y eso hizo, esperó, primero para machacar al Betis en una de las escasas ocasiones de las que dispuso y segundo

para defenderse con uñas, dientes y lo que hiciera falta de las embestidas de los béticos, que dicho sea de paso ha sido más un toro manso que uno bravo.

El Betis cuando lo intentó lo hizo sin la suficiente claridad de ideas y el Levante lo aprovechó para sacar mucho más de lo que pensaba en su visita al Benito Villamarín. Una derrota que es un castigo excesivo para el Betis ante tan rácano rival, pero ya saben aquello de fútbol es fútbol. Y ayer de eso hubo bien poco. Ganas y más ganas pero poco más. Cuando las ideas no florecen es complicado disfrutar de ello.

Mel agotó el arsenal de ideas en busca de soluciones, primero por la obligada lesión de Mario y posteriormente en busca de la creatividad del canterano Pozuelo y de Salva Sevilla, ante la imposibilidad de romper la muralla formada por el equipo granota.

Pero no era el día y lo mejor que podía pasar era que finalizara cuanto antes. El Betis no lograba ser ese equipo de empuje, dueño de la posesión, que una vez más la tuvo, pero sin saber sacar renta de ello. Un par de contadas ocasiones, sin que hicieran trabajar en exceso a Munua, y un terreno de juego tan lento como las ideas de los verdiblancos. El Levante se marchó del Benito Villamarín con una victoria y con el liderato debajo del brazo tras arrebatárselo a los verdiblancos sin excesivos méritos pero con un gol más que el Betis y ya saben que la salsa del fútbol son eso, los goles. Y para que duela más, por si ya dolía, el tanto lo hizo un ex bético, Juanlu. Se ganó la pitada.

Tras esta derrota llega el parón liguero por los partidos internacionales que al Betis le vendrán de maravilla para cambiar esta situación atípica esta campaña, dos derrotas consecutivas que llegan después de un magnífico arranque de cuatro de cuatro. Y tras el parón, otro plato gordo: visita al Santiago Bernabéu de un Betis que confía reencontrarse con su mejor versión en un partido en el que no estará solo.