No estuvieron las radios pero sí el beticismo que en una mañana muy calurosa disfrutó de la segunda victoria de los suyos. Pleno del Betis, que manda la clasificación con Madrid y Valencia.
REAL BETIS (1): Casto; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla (Vadillo, 68); Jefferson Montero (Pereira, 59), Rubén Castro y Jorge Molina (Santa Cruz, 75). RCD MALLORCA (0): Aouate; Zuiverloon, Ramis, Chico, Pablo Cáceres; Joao Víctor, Pina; Nsue, Tejera (Kevin, 66), Alfaro (Tissone, 86); y Hemed (Chori Castro, 59). Gol: 1-0: Min. 86, Rubén Castro. Árbitro: Del Cerro Grande (madrileño). Amonestó a los locales Amaya y Salva Sevilla; y a los visitantes Pablo Cáceres, Joao Víctor, Pina y Chico. Mañana de fiesta en el Benito Villamarín que volvía a encontrarse con su Liga, la de Primera división, algo que no ocurría desde un 31 de mayo de hace ya más de dos años, los que se llevó el conjunto verdiblanco en el infierno de Segunda. Pero el paso atrás fue para aprender de los errores cometidos en el pasado, para convertir un Betis de uno, en lo que había sido siempre: un Betis de todos y para todos. Ahondó en sus raíces y se volvió a encontrar este Betis en sí mismo, en ese equipo con sitio entre los grandes. Y el regreso no ha podido ser más afortunado. Dos de dos, o lo que es lo mismo: dos partidos, dos victorias. O dicho de otra forma, pleno, seis puntos. Seis puntos que son lo que valen la rentabilidad de dos goles, los conseguidos por Rubén Castro ante Granada y Mallorca. Con la misma intriga, ambos in extremis, en las postrimerías del encuentro pero con la misma efectividad. Tres puntos en cada uno de esos choques frente a Granada y Mallorca que colocan al Betis en una situación inmejorable e impensable hace unos años. En la cabeza de la clasificación junto a Real Madrid y Valencia dos equipos que viven en otro mundo y con presupuestos dispares al del equipo verdiblanco. Y por si esto fuera poco, el Betis se coloca encima de su vecino, el Sevilla FC, su gran rival futbolístico, después de muchos años.
Algo que no ocurría desde el último partido de la 2006 cuando el Betis empató en Mallorca y el Sevilla FC perdía en casa frente al Málaga que dejaba sin Champions a los nervionenses para dársela al Betis. Ante el Mallorca, el Betis fue mejor que hace quince días en tierras granadinas. Marcó al final, en el 86 por medio de Rubén Castro pero eso fue algo tan anormal como jugar en Sevilla un partido de fútbol en pleno mes de septiembre con las temperaturas que se respiran en este rincón de Andalucía a estas alturas de año. Ya que por por juego y ocasiones, el equipo de Pepe Mel debería haber llegado a ese minuto 86 con una renta de goles más que suficiente ya que fue mucho mejor que el equipo bermellón. Con este triunfo, el Betis espanta de paso los fantasmas vividos durante toda la pretemporada cuando la delicada situación económica no le permitía fichar en medianas condiciones. La llegada de Santa Cruz arriba le ha dado caché a este conjunto que de paso ha demostrado estar ya suficientemente saneado arriba con el omnipresente Rubén Castro, con Jorge Molina o con Jonathan Pereira. Además tiene consistencia en la zaga donde no hay dudas a la hora de sacar el balón. Tras dos jornadas disputadas, el Betis está en lo más alto, junto a Real Madrid y Valencia, equipos con objetivos muy diferentes a los de la Avenida de La Palmera, pero sin olvidar que estos seis puntos ya no se los quita nadie al equipo de Pepe Mel que de momento va tomando una renta importante con sus rivales más directos y consigue algo muy importante tras dos jornadas: sacar la máxima rentabilidad a sus dos goles y de paso haber mantenido su marco a cero en los dos encuentros, algo que dice mucho de la solidez de esta zaga, uno de los pilares de este nuevo Betis para la actual campaña. FOTOS: Quico Pérez Ventana (NUMBER 1 SPORT)