El Real Betis logró ante el Málaga más cosas de las que puedan saltar a primera vista, ya que además de romper la mala racha de resultados demostró la unión que existe en el beticismo.
Se esperaba con muchas ganas el partido ante el Málaga ya que había demasiadas cosas en juego; de un lado ver si el Betis era capaz de romper o no la mala racha de resultados, y de otro comprobar cómo recibía la afición verdiblanca a su equipo después de las dos derrotas cosechadas ante Espanyol y Racing de Santander. La nota de ambos exámenes no pudo ser más satisfactoria ya que el Betis ofreció una magnífica imagen ante un equipo con aspiraciones más altas que las suyas sin que sobre el terreno de juego se pudiera comprobar el salto entre uno y otro equipo; al contrario, el Betis fue mejor que el equipo de Pellegrini de principio a fin llevando el peso del partido y disfrutando de más ocasiones que su rival. La nota pendiente sigue siendo el gol ya que ante el Málaga, una vez más la mala fortuna frente a la meta rival impidió la victoria de los de Pepe Mel. Ya se sabe cuando la suerte te es esquiva por mucho que hagas, o que lo busques, no llega. El Betis lo buscó por activa y por pasiva pero sin esa dosis de suerte que le permitiera batir la meta malacitana y hacerse con un triunfo que mereció de principio a fin.
Pero estos no son los únicos aspectos positivos que se pueden sacar del partido ante el Málaga ya que pese a los riesgos cometidos atrás, el Betis se volcó sobre el Málaga, el equipo no encajó gol alguno gracias en gran medida a un Casto en estado de gracia. Solo tuvo que intervenir en dos ocasiones muy concretas pero cuando tuvo que hacerlo estuvo de diez. Y de otro, la afición. ¿Qué se puede decir de la afición verdiblanca? La respuesta con el equipo fue excelente desde el inicio hasta el final del partido y a pesar de que el gol no llegaba. Aún así, los gritos de aliento fueron constantes animando al equipo y sin dejarse llevar por la corriente de opinión que de un tiempo a esta parte persigue a los verdiblancos. Y por último la unión. Lección de beticismo en todos los sentidos. Por una parte, por el apoyo, de otro por la unión del vestuario como ya demostró Matilla, y uno de los que menos ha jugado, mostrando su apoyo total a Pepe Mel y de otro por la propia afición que no cesó de corear el nombre del técnico verdiblanco para agradecer que ni las últimas derrotas le hayan cambiado su filosofía de fútbol. Twitter: @tara11ara
