Los planes de Pepe Mel

Escrito por Number 1 Sport. Creado en Real Betis


El técnico del Real Betis es un hombre que no deja de darle vueltas a la cabeza, no quiere Pepe Mel que se quede nada por atar de cara a la próxima temporada.

El Betis regresó a Sevilla procedente de Fuenterrabía, donde instaló su cuartel general por espacio de una semana y efectuó su primera concentración de pretemporada. Pepe Mel y su extensa nómina de futbolistas gozarán ahora de un par de días de descanso antes de retomar el trabajo y partir este fin de semana hacia las Islas Británicas, donde tendrá lugar el segundo stagedel verano.

Las sensaciones que arroja esta primer época de laboratorio son diversas, pero principalmente positivas, por cuanto el equipo mantiene intactas las señas de identidad que lo llevaron a arrasar la temporada pasada en Segunda División. Es quizá lo más destacado de este nuevo Betis, que el sello que Mel ha logrado implantar sigue vivo pese a la llegada de nuevos jugadores y al salto de categoría, toda vez que la entidad de los rivales en el norte más lluvioso de España ha permitido constatarlo.

Olympique de Marsella, Girondins de Burdeos y Osasuna han sido piedras de toque ciertamente complicadas para los verdiblancos y el balance global tiene que ser positivo por más que los verdiblancos hayan perdido los tres partidos y no hayan logrado marcar ni un solo gol.

Pero desde el minuto uno del duelo ante los marselleses se vio a ese equipo mandón, con protagonismo en el partido y que hace de la posesión del balón su credo. Ni Casto tiene permiso para rifar la pelota cuando llega a sus terrenos, a no ser que se vea impelido a hacerlo por la presencia cercana de un adversario.

El propio Didier Deschamps, entrenador del Marsella, y muchos de sus futbolistas destacaron el juego de los hombres de Mel por encima del 1-0 en contra cosechado pese a haber dispuesto, sobre todo en la primera mitad, de ocasiones de gol para haber ganado.

Pero los franceses llevaban dos semanas más de trabajo que los béticos y esta circunstancia fue a la postre defintiva, al igual que en el segundo partido de esta Copa Bayona frente al Burdeos (2-0). Empero, en esta ocasión, el Betis, que saltó al césped con un once inicial no muy habitual, dio la sensación de que el control del balón no se correspondía por minutos con el dominio del juego, ya que las posesiones rara vez llevaban a sus futbolistas a ponerse de gol como en el primer envite.

Ante Osasuna el lunes también hubo algo de eso, aunque el partido del triangular de Irún sólo fue de 45 minutos. Los navarros, muy aguerridos, apenas dejaron maniobrar al Betis en las cercanías de su área y, por contra marcaron un gol de penalti tras un fallo de Dorado. Pepe Mel, entre bastidores, comentó que fue el partido que más le gustó de sus hombres e incluso citó una conversación en los intestinos del Stadium Gal con el ex delantero rojillo Cuco Ziganda, a quien había gustado bastante el juego desarrollado por el Betis.

El problema quizá sea que, amén de la lógica falta de chispa y velocidad a estas alturas del estío, el Betis se va a encontrar con más de un rival del corte de los navarros en su caminar por las zonas media y baja de la Primera División. De ahí que, si la lección se aprende, quizá sólo se trate de hacer circular el balón con más celeridad y precisión, porque claro quedó desde los albores del choque el respeto que el once de Mendilíbar le profesó al de Mel, apostándose ante él como un equipo pequeño.

En los anteriores 45 minutos, ante un rival de Segunda B, el Real Unión, el equipo heliopolitano, plagado de canteranos, había logrado los dos primeros goles del curso, obra de Jonathan Pereira y el joven Pozuelo.

Y por aquí habría que hallar otra de las señas de identidad de este Betis. Al igual que la temporada anterior, la puerta está abierta de par en par para los canteranos y, por lo visto en tierras vascas y francesas, los chavales están dispuestos a asomarse por ella.

Lógicamente, el resumen no quedaría completo sin citar las lesiones, que se han cebado con los nuevos fichajes y, en especial, con los nuevos, destacando la del guardameta Fabricio, que deberá permanecer unos tres meses de baja tras ser intervenido quirúrgicamente de su hombro derecho.

En el apartado táctico, poco que reseñar, toda vez que Mel ha continuado con su catecismo y quizá sí se haya podido observar cómo pretende que los centrales jueguen muy abiertos para que la salida del balón sea lo más fluida posible. En este sentido le faltan al madrileño pocos ajustes. Más bien sí le haría falta algún futbolista más para completar una plantilla redonda y, por supuesto, que los descartes vayan encontrando acomodo.