No está bien Rubén Castro, cierto, tanto como que a día de hoy es el mejor delantero del Real Betis, y por tanto un lujo prescindir de tu mejor estilete ofensivo en un equipo falto de arietes matadores.
No hay ‘feeling’ entre Víctor Sánchez del Amo y Rubén Castro, eso es algo tan evidente como real. Basta con ver las acciones en las que uno y otro están cerca para palparlo en el ambiente. La última muesca de ese divorcio con difícil solución se volvió a vivir en la última jornada de Liga cuando el delantero canario fue sustituido tras marcar el penalti que ponía al Betis por delante en Cornellá. Un cambio a la postre determinante para el posterior devenir del partido. Primero al ver como le empataban apenas unos minutos después y finalmente con el gol de Reyes que alejaba los tres puntos que ya casi estaban en tierras sevillanas. Dos goles en cuatro minutos, algo que dice muy poco del control del partido que tuvo el técnico verdiblanco para saber manejar los tiempos y matar el partido cuando el mismo así lo requería.
Las explicaciones de Víctor Sánchez del Amo sobre este asunto no hacen más que confirmar una relación entre técnico y jugador que no son buenas nos vendan lo que nos quieran vendar. «Rubén está como siempre, no me parece mal que se enfade. Es la característica de un buen goleador, un egoísmo positivo que tiene todo delantero. Son minutos que pierde para hacer goles». Y añadió para justificar el malestar del ariete canario. «Pero en frío entiendo que hay otros compañeros que hacen un trabajo específico para el equipo. No me parece mal su reacción». Hasta aquí todo bien, pero todas las careta tienen goma y las mismas a veces se rompen. «Me parece peor cuando baja los brazos cuando falla una ocasión. La otra, el calentón del momento». Una explicación pobre si tenemos en cuenta señor Víctor Sánchez del Amo que habla usted del, junto a Alfonso Pérez Muñoz, mejor delantero del Real Betis Balompié. Ahí están sus números, y su historia… JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker Foto: JOSÉ EMILIO GÓMEZ @JoseEmilioGomez
