Victoria a los puntos, pero lo que cuentan en el fútbol… son los goles

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Real Betis

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El empate que refleja el marcador fue fiel reflejo de lo que se vio en el terreno de juego con un primer tiempo soso y una segunda mitad viva con alternancia y buen juego de Betis y Getafe.

BETIS: Fabricio; Nelson, Paulao, Dorado, Nacho; Juanma (Jonathan Pereira, min.71), Iriney (Cañas, min.68), Beñat; Jefferson Montero, Rubén Castro y Jorge Molina (Santa Cruz, min.60).

GETAFE: Moyá; Valera, Miguel Torres, Cata Díaz, Mané; Barrada (D.Castro, min.45), Casquero, Lacen, Gavilán (Sarabia, min.67); Miku (Alexis, min.89) y Güiza.

GOLES: 1-0. Min.51. Jorge Molina. 1-1. Min.56. Dorado (en propia puerta tras disparo de Dani Güiza).

ÁRBITRO: Muñiz Fernández (C.Asturiano). Amonestó a Juanma (min.36) y Roque Santa Cruz (min.66) por el Betis; y a Casquero (min.13), Barrada (min.20), Valera (min.58), Güiza (min.73) y Miguel Torres (min.85) por parte del Getafe.

NUMBER 1 DEL BETIS: Paulao.

Pepe Mel definió el partido como un combate de boxeo en el que dos púgiles intercambiaron golpes con mayor reparto de directos del que vestía el calzón verde y blanco. No le faltaba razón al técnico bético pese a que en el mundo del fútbol al final lo que cuentan son los goles y ahí hubo uno por cada parte, por tanto, reparto de puntos.

El Betis comenzó bien, con ganas, con internadas por parte de Jefferson Montero, muy constante en los primeros minutos y Rubén Castro, que pese a no marcar estuvo tan incisivo y rápido como de costumbre. Junto a ellos, un Jorge Molina algo lento en estos primeros compases en los que de haber tenido una dosis mayor de esa chispa necesaria en los últimos metros podría haber heccho mucho más daño el Betis.

Pero los minutos pasaban y las tentativas locales con ellos, ante un Getafe que iba haciendo su partido, sin sufrir grandes sustos e inquietando, en contadas ocasiones, pero con ese ‘uy’ necesario en el mundo del fútbol. Todo ese peligro llegaba por medio de Dani Güiza, que demostró ser el mismo futbolista que un día enamoró con sus goles y su clase. Su mejor ocasión, que llevaba camino del gol, la abortó con una brillante actuación el meta Fabricio.

Poco más en esa primera mitad sosa y que fue de más a menos, hasta diluirse en un agradecido descanso. Tras cargar pilas cambió la historia del partido. El Betis salió claro a ganar, tenía hambre de victoria y de agradar y lo hizo. Comenzó a hilvanar su mejor juego y con el mismo las mejores ocasiones para ponerse por delante. Su insistencia dio su fruto al batir Jorge Molina de certero chut a Moyá.

Comenzaba un nuevo partido, las circunstancias obligaban. El Geta se tenía que estirar para buscar la igualada y el Betis aprovechaba ese exceso de riesgo para inquietar aún más la meta de Moyá. Pero el gol de la tranquilidad no llegaba por culpa de un equipo madrileño bien plantado, perfectamente situado, y tácticamente bien trabajado, con una zaga seria pese a ser de circunstancias por las lesiones, dos futbolistas que marcan diferencias como Casquero y Gavilán, equilibrio y magia repartidas en partes iguales, y un Dani Güiza que marca diferencias; este futbolista es de equipo grande.

Lo tiene todo, zancada, gol, esa mala leche necesaria en un delantero y el duende de su tierra, Jerez, que le hace un futbolista distinto. Todos los balones de ataque del Getafe llegaban de sus botas. ¡Qué pena que esté tan sólo arriba! De lo contrario haría mucho más daño. Suyo fue precisamente el protagonismo del gol del empate, al estar donde lo hace todo ‘9’ y tras tocar el balón, ver como el mismo daba en Dorado que no sólo no evitaba el remate del espigado jerezano sino que además introducía el balón en su propia meta.

Volvía todo como al principio pero con la diferencia que el partido estaba abierto, los dos querían más, el Betis para sumar una nueva victoria, y el Getafe para sumar que no era poco tal como estaban las cosas. El transcurso de los minutos dejó al Betis con ganas de más y a los visitantes consciente de la importancia de sumar en el Benito Villamarín, y más después de los dos últimos triunfos verdiblancos.

Al final, empate a un gol en un partido donde Mel hizo un simil con un combate de boxeo para dejar claro que por ocasiones los suyos merecerían haber ganado a los puntos. Pena que hablemos de algo llamado fútbol donde lo único que vale son los goles. Betis y Getafe empatan, se alejan un poco más de la cola y siguen manteniendo la misma diferencia entre ellos que tenían antes del choque.

Twitter: @tara11ara