El fin de la temporada pasada dejaba muchas conclusiones evidentes en los dos últimos años, el equipo necesitaba una amplia renovación y la misma llegó. Ahora hay una plantilla compensada.
No se puede poner peros al trabajo de la secretaría técnica este año, o al menos de hacerlo deben ser mínimos. Ya se sabe que para gustos los colores: uno habría traído otro delantero, otro un central de garantías, otro un portero… pero en general, que al fin y al cabo es lo que importa, los cambios que reclamaba la afición han llegado en masa. Sí, para que esto ocurriera ha habido que desprenderse de un activo de vital importancia como son los casos de Jesús Navas, Negredo o Medel, aunque también es cierto que todos ellos buscaban este año una salida en busca de lograr títulos de cara a su ambición profesional, que en el caso de los dos primeros sí ha quedado refrendado al marcharse a uno de los grandes de Europa, menos en el caso del chileno que aunque se marcha a la Premier lo hace para jugar en un recién ascendido.
Se marcharon jugadores vitales pero a diferencia de años anteriores donde los Luis Fabiano, Kanouté, Dani Alves, o compañía no tuvieron los sustitutos de su mismo o similar nivel, este año parece al menos por lo visto hasta la fecha que estos jugadores sí aportarán lo que un equipo de la talla del Sevilla FC requiere, es decir, una entrega constante para intentar repetir los éxitos de su pasado más reciente. El Sevilla ha sabido reforzarse bien y lo más importante, a diferencia del pasado año ha logrado banquillo. Ahora hay un buen once pero también un banquillo de garantías para que cuando la ocasión lo requiera por lesiones o sanciones, o porque el futbolista no de el nivel exigido, haya un compañero que le eche el aliento en la nuca. Se ha pasado de un buen once, a una buena plantilla. Ahora queda lo más importante: Demostrarlo en el terreno de juego. Twitter: @tara11ara Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana