Una vez más, y van… Iturralde González vuelve a ser protagonista. El partido FC Barcelona-Sevilla FC de ayer es sólo uno más de los incontables disparates de un árbitro que está tardando mucho en colgar el pito y quedarse en su casa, pues flaco favor le hace al fútbol sus lamentables decisiones.
Un árbitro es un juez, y de esto último Iturralde González a lo largo de su curriculum tiene bien poco. Ayer Iturralde estaba dispuesto a alargar su curriculum, pero por suerte para el Sevilla FC esta vez el colegiado no pudo mover el marcador. Ojo, el fallo humano existe y seguirá existiendo en el arbitraje, pero con estas letras quiero ir más allá de un fallo puntual en un penalti. No, no es eso, lo peor es la actitud de alguien que por encima de todo tiene que tener criterio, ser juez y llevarlo en práctica, eso es lo grave del asunto. En el partido de ayer, cuando Iniesta cae en el área, Iturralde le pregunta por el «pinganillo» a su árbitro auxiliar y este le responde: «Yo no he visto nada, yo no he visto nada…». Repito, no se trata de que haya error o no en sancionar penalti, se trata de que Iturralde pregunta a su auxiliar, por tanto no lo tiene claro, es decir, tiene dudas y… hace lo que no tiene que hacer. Esto es mucho más grave que se equivoque en sancionar una jugada. Pero no termina ahí la cosa. Iturralde en la tangana de Kanouté y Cesc, sin ver nada, porque no puede ver nada porque se encuentra de espaldas, expulsa al delantero del Sevilla FC pero ni se molesta en averiguar lo que Cesc (con la mano tapando su boca para que ninguna cámara de televisión le leyese los labios) le dice a Kanouté. Arbitraje fácil, muy fácil, pero además cobarde porque hay todavía más. Existe un dicho que dice que un juez no sólo tiene que ser justo, sino además parecerlo. Iturralde ni lo es… ni lo parece.
Se lo repite hasta en varias ocasiones, de ahí que Iturralde no se vaya corriendo al punto de penalti y se tome su tiempo. Pero Iturralde hace lo que nunca debe de hacer un árbitro y ante la duda… ¡penalti!. Precisamente todo lo contrario que dice el reglamento.
En el acta del partido Iturralde González escribe lo siguiente:
«Altimira Merce (preparador físico del Barcelona) fue expulsado en el descanso por seguirme a lo largo del túnel de vestuarios protestándome que el portero visitante tardaba mucho tiempo en reanudar el juego».
¿Curioso verdad?, porque Iturralde tardó luego en la reanudación sólo 10 minutos en enseñarle la tarjeta amarilla a Javi Varas.
Afortunadamente ya queda menos para que no se le tenga que volver a ver en un terreno de juego, pero me da a mí que estos «personajes» son los que luego hay que sufrirlos también en algún que otro comité o incluso en la misma presidencia del colegio de árbitros.
De «méritos» se está preocupando de llenar su curriculum para que tanto Madrid como Barcelona vean con buenos ojos esta posibilidad en un futuro próximo.
