“El Sevilla FC va a seguir con pulso firme para erradicar la violencia de nuestro estadio, adoptando cuantas medidas sean necesarias para que estos incidentes que se han venido produciendo, no vuelvan a ocurrir. Sin embargo, también digo que adoptaremos cuantas medidas sean precisas para recuperar el colorido y la animación de la grada baja de Gol Norte del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, siempre teniendo como límite no eliminar las medidas necesarias para erradicar esos incidentes”.
Esta ha sido la primera respuesta de Jose María del Nido al guante tendido por el portavoz de Biris Norte en los últimos días. Palabras que han sido objeto de múltiples interpretaciones, aunque yo sólo veo dos mensajes claros: que se va a hacer lo que sea para recuperar la grada baja de Gol Norte y que se van a seguir tomando medidas para que no se produzcan incidentes violentos. Sinceramente, no sé que puede haber más sensato que estas declaraciones. Lo de tomar medidas para que no se produzcan incidentes violentos no es algo que a Del Nido le salga del forro llevar a cabo. Es, simple y llanamente, cumplir con la ley. Si en el Madrid Arena se hubieran cumplido esas medidas, es probable que no hubiera muerto gente la semana pasada. Salvando las distancias, el concepto es el mismo. Por otro lado, es la primera vez, desde que se inició el conflicto, en el que el presidente dice que van a hacer lo que sea preciso para recuperar la grada de baja de Gol Norte. Llamadme ingenuo si queréis, pero yo creo que lo que Del Nido ha dicho es lo mismo que declaró Jose María Aguilar en su entrevista a Antonio Delgado-Roig, pero con otras palabras. El portavoz de los Biris reconocía que había medidas (como los cacheos) que eran necesarias, pero otras no. Y que pedían la oportunidad de demostrar que no se volverían a producir incidentes violentos, ya que de otra forma se quedarían sin argumentos y las severas medidas del club serían inevitables.