El Sevilla FC cayó de forma estrepitosa ante el Rayo en otro mal partido de los de Sampaoli sin la fortuna de otros días. Nulo en ataque y nervioso atrás ante un equipo hecho y con las ideas claras. No hubo más historia en un partido en el que se vieron las lagunas de este equipo. La plantilla no da para competir de forma exigente.
SEVILLA FC: Dmitrovic, Montiel (Navas 81′), Gudelj, Marcao, Alex Telles, Rakitic (Rafa Mir 45′), Jordán, Óliver Torres, Januzaj (Papu Gómez 45′), Lamela e Isco. RAYO: Dimitrievski; Balliu, Catena, Lejeune, Fran García; Comesaña (Pablo Muñoz 90′), Óscar Valentín; Isi (Salvi Sanchez 74′), Unai López (Pathe Ciss 67′), Álvaro García (Saveljich 90′); y Camello (Pep Chavarria 73′) GOLES: 0-1 (61′) Álvaro García. Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Amonestó a Catena, Isco, Bono, Dmitrovic, Navas, Marcao, Chavarria, Iraola. Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 35.000 espectadores El Number 1 del partido: Jordán No hay manera de que el Sevilla levante cabeza. Ni siquiera después de una dulce victoria como la cosechada el jueves ante el Copenhague. Perpetró otro mal partido el conjunto de Sampaoli, que fue inoperante durante toda la primera mitad ante el Rayo. Los de Iraola fueron justos vencedores, e incluso merecieron un resultado mayor si no hubiese sido por Dmitrovic. Nervión fue testigo un día más de lo dura que será la temporada.
Porque el técnico argentino volvió a salir sin delantero y eso ya empieza a mosquear a la grada hispalense. Sampaoli insiste en una decisión que no genera cosas positivas en el ataque sevillista y los equipos empiezan a entenderlo. El Rayo se dedicó a permanecer junto, cerrar líneas de pase, defender hacia adelante y buscar transiciones. Llevó el partido a un ida y vuelta que nunca pudo controlar el Sevilla. Ni siquiera en la segunda mitad, pese a la mejoría, fue capaz de cambiar y controlar la situación. Sampaoli movió el banquillo pero su dirección de campo no fue buena. Anotó Álvaro García en una de las tantas transiciones que tuvo el Rayo y el conjunto local no encontró la forma de hincarle el diente a su rival. Solo Jordán pareció entender el devenir del partido, pero no tenía socios que lo entendieran como él. Mal partido de Isco, que se perderá el derbi por amarillas, y mal un Sevilla que está perdido, sin confianza y, sobre todo, sin una base sobre la que poder crecer. Lo intentó en los minutos finales con Papu y, sobre todo, un Suso participativo, pero más por empuje y corazón que convicción, y así rara vez surgen los milagros. Llevaba demasiados en las últimas jornadas y hoy no tocaba. Lo que toca ahora es llegar al parón del Mundial lejos de los puestos de descenso y eso parece una quimera a día de hoy. Visitará al Real Betis el domingo que viene y luego, en jornada intersemanal, recibirá a la Real Sociedad. Y antes, este martes, el Manchester City, aunque sin nada en juego. Hay inquietud en el sevillismo, también en el club. Las cosas no van bien, pero hay tiempo. El Mundial debe sentarle bien. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana
