El Sevilla FC volvió a pinchar en el Sánchez Pizjúan y demuestra que no está a la altura de las exigencias de esta temporada. En Nesyri adelantó a los hispalenses con un gol tempranero de cabeza, pero los de Lopetegui desaparecieron durante el resto del partido. El Cádiz se fue al descanso por debajo del marcador, pero consiguió el tanto en la segunda parte y supo conservarlo ante un inoperante conjunto sevillista.
SEVILLA FC: Bono; Jesús Navas (Iván Romero 83′), Koundé, Diego Carlos, Marcos Acuña; Rakitic (Delaney 57′), Joan Jordán (Óliver Torres 71′); Ocampos, Papu Gómez, Lamela (Corona 57′); y En-Nesyri. CÁDIZ CF: Conan Ledesma; Akapo, Luis Hernández, Fali, Pacha Espino; José Mari (Fede San Emeterio 66′), Jonsson (Negredo 78′), Álex Fernández; Iván Alejo (Alarcón 85′), Sobrino (Arzamendia 85′) y Lucas Pérez (Salvi 84′). GOLES: 1-0 (6′) En-Nesyri; 1-1 (66′) Lucas Pérez. Árbitro: Sánchez Martínez (C. Murciano). Amonestó a los locales Papu Gómez y Jesús Navas y al visitante Jonsson. Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 37.000 espectadores El Number 1 del partido: Bono No se recuerda a un Sevilla tan irregular desde antes de la llegada de Lopetegui. Al vasco se le está haciendo larga la temporada, al igual que a un equipo que no está sabiendo gestionar el tramo más importante, donde se decide su futuro. Otro pinchazo más, hoy ante un Cádiz que mereció el empate e incluso supo encontrarlo superando claramente al equipo local. El Sevilla terminó en el gol de En Nesyri. Porque el gol tempranero del equipo hispalense parecía presagiar una noche gloriosa, pero sería más bien lo contrario. Duró hasta que al Papu le aguantó la gasolina. El Cádiz empezó esperando en campo propio pero rápidamente detectó que el daño lo hacía presionando arriba y ahí no encontró respuesta el conjunto hispalense. Desaparecidos Lamela y Ocampos y sin un delantero capaz de recibir de espaldas, el Sevilla se ahogaba.
El Cádiz llevó hasta el peso del encuentro por tramos, obligando al Sevilla a dar demasiados pasos atrás que casi cuestan el empate antes de tiempo. Así habría sido si Bono no hubiese intervenido con una mano salvadora a Lucas Pérez. Pitaba Nervión a los suyos en el descanso. Y con razón. El equipo no encontraba salida para asentarse a pesar de ir por delante en el marcador. En la segunda mitad el guion no iba a cambiar, lo que provocaría el aumento de decibelios en la grada hispalense. Lopetegui dio entrada a Delaney y a Tecatito pero la aportación de ambos fue nula. Como equipo el Sevilla no estaba funcionando y al Papu ya le fallaban las piernas. Nadie acompañaba. Y encima se cometían errores no forzados, como una falta de Jordán que acabaría en el tanto del empate. Lucas Pérez anotaba con un golazo impresionante de falta el tanto de la justicia. Nervión estalló y a los jugadores les temblaron las piernas. Los 15 minutos posteriores fueron dantescos. Nervioso, timorato, perdido por el campo. Lopetegui dio entrada a Iván Romero y cambió el sistema, pero ya era demasiado tarde. También Sergio apuntaló al equipo para defender el final del partido y lo conseguiría sin que el Sevilla rematase a puerta. Quedan solo cuatro partidos para valorar la temporada del Sevilla, pero los cuchillos parecen empezar a afilarse. Está en el alambre. Tiene opciones aún de salvar la temporada, pero no parece que lo vaya a lograr por méritos propios, sino por ajenos. Como a sus rivales les de por brillar en este tramo final, se quedará fuera de Champions League. Suenan las alarmas en Nervión. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: QUICO PÉREZ-VENTANA @perezventana
