El Sevilla FC se llevó el derbi sevillano superando con claridad al Real Betis, que solo apareció a partir del minuto 70, cuando ya iba 2-0 en contra. Ocampos volvió a brillar siendo el mejor de los suyos con un gol y una asistencia. Rubi queda muy señalado.
SEVILLA FC: Vaclik; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón (Escudero, m. 80); Fernando, Joan Jordán; Munir (Suso, m. 73), Óliver Torres (Franco Vázquez, m. 80), Ocampos (Banega, m. 70); y De Jong (En-Nesyri, m. 70). REAL BETIS: Joel Robles; Emerson, Bartra, Sidnei (Feddal, m. 46), Álex Moreno (Pedraza, m. 77); Guido Rodríguez, Aleñà (Joaquín, m. 69), Canales; Fekir, Tello (Diego Lainez, m. 60) y Borja Iglesias (Loren, m. 69) GOLES: 1-0, m. 55: Ocampos, de penalti. 2-0, m. 61: Fernando. ÁRBITRO: Mateu Lahoz (Comité valenciano). Amonestó a Emerson y Bartra INCIDENCIAS: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán NUMBER 1 DEL SEVILLA: Ocampos NUMBER 1 DEL BETIS: Fekir El derbi de las incógnitas se ha resuelto. El Sevilla se impuso y lo hizo con un mayor dominio sobre el Betis en este derbi. Mejor ordenado y con las ideas más claras, los de Lopetegui controlaron la primera mitad y frenaron a un Betis que no tiró a portería. El premio del gol que no obtuvo en la primera lo tendría en la segunda, con un penalti cuestionable que abriría la lata. Resultado justo. Era difícil presagiar el desarrollo del derbi sin referencias cercanas para ver cómo llegaban ambos equipos, pero lo cierto es que lo que se vio en el césped fue una versión de los dos equipos que se han visto esta temporada. Una versión aún sin acabar, por supuesto. El Sevilla se mostró dominador, entrando por los costados y matando en estrategia. El Betis no consiguió definirse y solo se encomendó a Fekir. En la primera mitad Navas y Reguilón tuvieron mucho protagonismo por parte sevillista. Los mediocentros locales se impusieron a los verdiblancos y el campo se orientó hacia ese lado la mayor parte de los primeros 45 minutos. Los de Lopetegui eran muy previsibles, pero apenas permitían que el Betis saliera con facilidad. Tampoco es que el plan de Rubi apostara en demasía por el riesgo. Koundé pudo abrir la lata con un cabezazo que se fue por poco, pero antes había avisado Ocampos de que los derbis se le dan bien y que quería que fuese su noche. El argentino se sacó un tremendo zapatazo que dio en la cruceta del larguero. Despejaba dudas sobre su lesión y se erigía como la principal amenaza hispalense en el encuentro.
También estuvieron especialmente finos Munir y De Jong. El marroquí reaparecía en las alineaciones tras su ostracismo y lo cierto es que destacó. Desahogó jugadas con calidad individual y recibió en zonas que permitió abrir espacios por el flanco izquierdo. El holandés lo ganó todo por arriba. Tanto era su poderío que Rubí decidió meter a Feddal para frenarlo. Ya en la segunda mitad el partido se iba a desatascar. Era cuestión de tiempo por las sensaciones que transmitían ambos equipos. Un Sevilla incisivo y un Betis contemplativo que en ningún momento daba señal de tener un plan más allá de buscar a Fekir. Canales desapareció, al igual que la mayoría de sus compañeros. Tello volvió al once, pero en ningún momento se vio dentro del partido. El gol hispalense lo anotaba Ocampos tras un penalti de Bartra sobre De Jong en el área. El penalti no fue nada claro y lo protestaron los jugadores del Betis, pero Mateu no cambió la decisión y los locales hicieron justicia en el mercador. Sonaba la megafonía en un Sánchez Pizjuán vacío mientras los jugadores se abrazaban y festejaban. No era día para respetar protocolos. El Sevilla comenzó a rodar y sacó el martillo para hacer el segundo tan solo unos minutos después. Sería obra de Fernando tras una jugada de estrategia que salió a la perfección. El Betis no sabía por donde le venía el partido y cuando quiso entenderlo ya era demasiado tarde. Lo movió todo desde el banquillo Rubi, pero la tarea estaba muy difícil ante un Sevilla mucho mas metido y con el marcador a favor. Por si fuera poco, los verdiblancos, que despertaron a partir del minuto 70 y comenzaron a asediar, se encontraron con una pareja de centrales sevillistas impenetrables. Koundé hizo el partido que necesitaba para reivindicar su valor de futuro, y Diego Carlos para hacer lo propio con su valor de presente. No remató con mucha claridad el Betis, pero todas las intentonas las deshabilitaban ambos jugadores. El resultado pudo ser mayor si el Sevilla no hubiese empeorado con los cambios. Lopetegui se vio forzado a renovar el equipo y ninguno de los jugadores que entraron elevaron el nivel. Quizá sea la nota más negativa, aunque hay que contextualizarla. Aún hay jugadores que tienen que coger la forma, se vio claramente en el Betis, pero también en la plantilla hispalense. El resultado aleja más aún al conjunto bético del objetivo y le añade la losa mental de perder los dos derbis de la temporada. Rubí sale aún más cuestionado y con el tiempo en contra para cambiar la cara al equipo. Por su parte, Lopetegui vuelve a dejar claro que su trabajo es incuestionable y que su equipo responde ante la adversidad. Diez finales por delante y un solo objetivo: Europa. Twitter: DAVID RUIZ @DavidRM19 Fotos: SEVILLA FC
