Llegó en el mercado invernal y se ha convertido en la gran esperanza de un Sevilla FC que no atraviesa su mejor momento y que en el partido de la Europa League tiene otra opción de mejorar.
Comenzó brillando el Sevilla FC, pero esa fulgurante luz ha ido perdiendo fuerza a medida que han ido pasando los meses, y especialmente en las últimas semanas, hasta el punto que de ser candidato a luchar con Real Madrdi y FC Barcelona por la cabeza de la clasificación, se debate ahora en si podrá conseguir su plaza europea o si se queda fuera de ella, lo que sin duda sería una catástrofe en Nervión.
Los sevillistas no atraviesan su mejor momento, y el empate cosechado la pasada jornada ante un Espanyol en apuros y que pese a estar jugando con diez, terminó empatando en el Sánchez Pizjuán, no hicieron más que confirmar que los de Nervión no están en su mejor momento de juego y resultados. Jugadores claves como Ever Banega que no son ni su sombra, Reguilón en su momento más pésimo, o Jesús Navas y Diego Carlos, vitales en el primer tramo de la temporada y que en estos momentos son un espejismo de esos futbolistas que en el primero de los casos, vivía su segunda juventud, y en el segundo era objeto de los grandes de Europa.
Ese bajón de forma del equipo hizo que Monchi tuviera que trabajar duro en el mercado invernal cerrando dos fichajes que en el regreso de la competición tras las navidades se han convertido en lo mejor de un Sevilla entre tinieblas. El primero de ellos sorprendió, y aunque era vital en el CD Leganés nadie esperaba su fichaje. En-Nesyri ya se ha estrenado como goleador demostrando que tiene mucho fútbol que aportar a este Sevilla.
Pero ha sido su compañero en llegar en ese mercado invernal el que mejor cara ha mostrado. Suso llegó del Milan y ha regalado al sevillismo su mejor versión, esa que le llevó a la selección y al Calcio italiano. El gaditano cuenta sus partidos por buen fútbol y acciones dignas de mención, y ha ido de menos a más siendo su partido ante el Espanyol del pasado domingo, el mejor de los completados como sevillista. Faltó la victoria, pero a nivel personal fue el partido perfecto, dio una asistencia y marcó un gol, evitando de esa forma la derrota y salvando un punto, que le permite seguir en Europa, al Sevilla FC.
Se ha hecho el dueño de la banda derecha, sus internadas son el principal argumento ofensivo de los de Lopetegui, que tiene en el gaditano a un fijo desde su llegada. Y encima eso le ha permitido al técnico, pasar a Ocampos a su lugar natural, la izquierda, oxigenando al máximo al equipo con dos bandas que son sin duda lo mejor del equipo. El gaditano fue clave ante el Espanyol y cada aparición suya es un destello de su magia y calidad.
Pero sin duda lo más destacable es que ha aparecido en tiempos de penumbra, cuando más necesitaba el equipo de un líder y de alguien que tirara del carro ahora que Banega está desaparecido en combate. Asumió el mando, fue la prolongación de Lopetegui en el terreno de juego, con madurez, con frescura, cuando más se necesita, en los malos momentos. Ahora sólo falta que le acompañe el resto del equipo para que el Sevilla deje de ser ese equipo mediocre y vulnerable de las últimas semanas y vuelva a convertirse en el equipo competitivo y de la zona europea que ha sido siempre.
Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana
