El argentino Éver Banega disputa su último partido como sevillista. Se marcha una leyenda del equipo de nervión, pilar básico en todas las temporadas que ha disputado como blanquirrojo, tanto en Liga, Copa como Europa. El rosarino pasará a la historia nervionense como uno de sus mejores centrocampistas. Se marcha a Arabia, no sin antes irse por la puerta grande. Quiere tocar plata.
Se han realizado numerosos reportajes sobre la vida e influencia de deportistas en algún equipo o deporte. Deportistas que marcaron un antes y un después en su club o franquicia y donde solo el paso de los años ha permitido ver con perspectiva su influencia real. Es el caso de uno de los documentales más exitosos del momento: The Last Dance (Netflix) sobre la carrera baloncestística de Michael Jordan. En este documental, que gira en todo momento sobre la figura del norteamericano desde su llegada a los Chicago Bulls, se describen los últimos años de un equipo que hizo historia y que fue liderado por el 23 de Nueva York. Los últimos coletazos de un equipo histórico bajo una figura de leyenda. Y de leyendas el sevillismo también podría hacer un documental. O varios… Porque este año toca despedir a una leyenda dorada de su historia. Este viernes Éver Banega, el mago argentino, disputa su último baile. Deja atrás cinco exitosas temporadas como sevillista, divididas en dos etapas, en las que levantó plata, disputó Champions, acarició títulos y se ganó el corazón de miles de almas sevillistas que acudían al Pizjuán gustosos por verle jugar.
Un todocampista que se ganó su sitio desde su llegada, demostró su personalidad, sus virtudes, controló sus defectos y demostró su enorme influencia en el equipo. Banega llegó siendo un jugador irregular, díscolo y polémico, pero se marchará siendo la estrella que ha guiado al Sevilla en las últimas temporadas. Tuvo sus momentos bajos que generaron críticas, pero siempre se levantó para erradicarlas. Esta temporada, la última como hispalense, ha sido el jugador que más pases buenos ha dado de las cinco grandes ligas (137 de 176, casi un 80% de los intentados), y ha sido el eje principal de un Lopetegui que siempre ha confiado en él. Pero antes de marcharse a Arabia, su siguiente destino, quiere despedirse por la puerta grande. Y no hay nada mejor que hacerlo levantando la sexta Europa League sevillista. Banega siempre será recordado como ese futbolista que se zafaba con facilidad de las presiones rivales, que daba pases imposibles, que aparecía en los momentos más necesarios y que sostenía todo centro del campo donde él tuviera mando en plaza. Disfrutemos de cada movimiento y cada acción del rosarino. Difícilmente vuelva el Sevilla a tener un jugador así. Disfrutemos de su último baile. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana
