AUTOCOMPLACENCIA SEVILLISTA. Por Fermín Hevia.
A mí me parece insuficiente pero debo ser una isla diminuta en el océano. Y es que no puedo compartir las chanzas y aplausos al equipo porque, sin detrimento de que se jugó bien en algunos momentos del partido, no deja de parecerme el árbol que oculta la inmensidad del bosque.
El Sevilla dura lo que dura Reyes en el campo. Toda la mejoría del equipo viene por este futbolista, no ya por sus individualidades que tampoco son tantas, sino por su calidad que destaca en sobremanera sobre cualquier otro futbolista que hay en el campo y que hace mejores a los que tienen que tirar del carro. No obstante no es de recibo que un recién llegado, por muy Reyes que sea, tenga que ser el futbolista sobre el que recaiga el peso de los partidos, más que nada porque hay futbolistas que deberían tomar este rol por antigüedad y por peso en el plantel.
La mejoría del Sevilla ha venido, sí o sí, porque un Atlético de Madrid en horas bajas y con necesidad de liquidez nos ha regalado al mejor canterano de la Historia del Sevilla Fútbol Club, muy por encima de Navas, Marchena, Ramos o cualquier otro, por muchos títulos nacionales o internacionales que atesoren los demás. Lo decía Joaquín Caparrós y lo suscribimos muchos: «Las cosas que le he visto hacer a Reyes sólo se las he visto a Messi».
Sin embargo, está por ver cómo evoluciona Reyes en el Sevilla, si su calidad va a ser flor de unos minutos, de un pase mágico o una pared imposible (como ha sido hasta ahora) o si por contra el fuelle le va a durar como antaño 90 minutos. No es tan joven como era cuando se fue, pero no es tan mayor para vaciarse en 45 minutos. Reyes en el Sevilla será lo que Reyes quiera ser.
Sentada esta premisa, veo una muy instalada autocomplacencia en la afición, la prensa y los que manejan el cotarro. Que sí, que no marcamos goles, pero mire usté qué bien jugamos, cómo tocamos y cómo hemos mejorado, así que cierren las bocas los críticos y vamos a creernos que el Sevilla Fútbol Club va a hacer la mejor vuelta de sus 106 años de Historia y nos vamos a meter en Champions y todo va a ser como dijimos que sería en Agosto cuando la planificación era morrocotuda (cojonuda para los de la ESO), pero llevamos ya 3 fichajes y los que te rondaré morena. Y que si muy buen partido contra el Espanyol o el Valencia y el Betis, pero que tenemos muy mala suerte, que la pelota no quiere entrar, que generamos 120 ocasiones de gol y metemos 1 o cero.
La mala suerte es la excusa de los mediocres. Los grandes, hacen autocrítica y se culpan ellos de los malos resultados. Sin esa autocrítica es imposible romper paradigmas de juego y llevar a cabo la catarsis necesaria para cambiar lo que hace falta cambiar. Apelar a la mala suerte en el partido ante el Espanyol es cerrar los ojos a que esas supuestas ocasiones de gol escondían que el Sevilla sólo había tirado a puerta 1 vez en el partido. La mala suerte del partido del Valencia esconde que el Valencia jugó a lo que quiso, a esperar atrás y salir al contragolpe, que hizo su gol y que sólo de rebote y con el culo el Sevilla consiguió marcar en la portería levantina. La mala fortuna contra el eterno rival oculta que Negredo está como cuando llegó, negado de cara al gol, que de la segunda línea nadie le mete un gol ni al arco iris, que la planificación ha sido nefasta porque sin el 9 vallecano no hay ningún recambio y que los canteranos a los que fue a ver Marcelino cuando se barruntaba su fichaje allá por el mes de Junio no cuentan y que el asturiano es muy de salir en la foto y hablar bien, pero poquito de ser consecuente con lo que dice en rueda de prensa.
Esa mala suerte oculta también que la mejora en el juego del equipo viene por un fichaje mesiánico, que el Sevilla, como Reyes, no existió en el segundo tiempo del Villamarín, que la obsesión del técnico con algunos futbolistas es enfermiza (Trochowski es un auténtico bluff, por muy a coste cero que haya salido y Rakitic no tiene ganas ni físico) y que no sabe leer un partido, que no hace un cambio que aporte y que vamos a perder una generación de canteranos internacionales absolutos en todas las categorías inferiores pero que no valen para jugar ni cuando la plantilla es corta.
Es cierto que se ha mejorado, pero es que era meridianamente imposible empeorar. El Sevilla no podía jugar peor que lo que lo hizo contra Real Madrid, Valencia, Osasuna, Mallorca, Athletic, Racing, Sporting, etc…
¿Hay motivos para la esperanza? Tenemos un equipo con Medel, Negredo, Campaña, Luis Alberto, Reyes, Navas, Perotti, Rakitic, etc.. Sin embargo, hay que hacerlos jugar, hay que hacerlos morder, hay que hacer que sientan que pueden ganar y que tienen que dejarse cada gota de su sudor en el campo cada partido porque son grandes jugadores.
Marcelino García Toral es incapaz de hacer esto. Es la marioneta en el vestuario de quien lo dirige y eso los futbolistas lo saben. Es imposible alcanzar cotas altas cuando el equipo no cree en su entrenador, y los futbolistas del Sevilla Fútbol Club no creen en Marcelino. La afición, tampoco.
Pero lo peor, en lo que no podemos caer bajo ningún concepto, es en la autocomplacencia. No debemos olvidar que llevamos 26 puntos de 57 posibles, que llevamos 9 partidos ganados (dos a un 2ª B) de 25 posibles, que estamos fuera de Europa League y Copa del Rey y que u obramos el milagro de realizar una segunda vuelta como nuestros ojos no han visto ni con Juande en el banquillo, o quedaremos otra vez fuera del objetivo que marcó el Consejo de Administración (que no los Sevillistas) otra vez, manteniendo en el cargo (y renovándolos por 5 años) a los principales responsables de ello. Mi nivel de exigencia va acorde con lo que creo que mi plantilla debe dar (ENTREGA 90 minutos de 90 que dura el partido) y de lo que los que se encargan de cobrarme por ver el fútbol, a unos precios muy por encima del rendimiento del equipo, me dicen que debe dar (CHAMPIONS. Gran plantilla perfectamente cerrada). De momento, ninguna de las dos premisas se cumple. Tengo derecho a exigir, ellos me lo han dado. Tengo derecho a criticar, siento al Sevilla tanto o más que cualquiera que esté en el Club.
Fermín Hevia @Ninjalepero en Twitter.