Blog: «SEVILLISMO BOTICARIO»

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SEVILLA FC SÍ, DEL NIDO, MONCHI Y MARCELINO NO. Por Emilio García.

Se acabó. Se dio el resultado esperado. Ganamos al Valencia 2 a 1 y quedamos eliminados. La Copa pasa a mejor vida. De todas formas es una competición que, a día de hoy, nadie en España puede ganar, tal y como sucede con la Liga.

Se puede caer, pero así no. Volvimos a ver al tristímismo Sevilla que han creado entre Del Nido, Monchi y Marcelino. Un equipo que no tiene ni idea no ya de a qué jugar, sino de jugar. Un conjunto que desconoce el significado de la palabra competir. Triste, apático, mal gestionado, mal organizado, y que no transmite ninguna sensación.

Tan sólo son salvables los primeros 20 minutos de la primera parte. Unos minutos en los que el Sevilla jugó como se supone que debe hacerlo, como nos vendieron en junio que haría. El Valencia salió a verlas venir, a medir tiempos y a especular, como bien marca el guiaburro de Manolo Emery. Tras eso, poco a poco se hizo con el control del partido, y el Sevilla se diluyó en si mismo hasta desaparecer.

Partiendo de la base de que se equivocó en el once inicial, encima Marcelino volvió a hacer los cambios tarde y mal. La fijación de este hombre con Trochowski (cada día un jugador más decepcionante) es inexplicable. Nunca, jamás, el alemán ha sido, ni es, ni será, un organizador de juego. Es un mediocentro ofensivo mediocre, nada más. No está capacitado para llevar la batuta del equipo.

Si fuera un entrenador valiente, si tuviera la categoría del último entrenador con pelotas que disfrutamos en el Sevilla (hablo, evidentemente, de Juande Ramos), ya en el descanso habría sentado a Trochowski y a un central, si me apuras hasta a Cáceres tras su rifirrafe con el árbitro, para sacar a Kanouté y a Campaña o Rakitic. Si tienes que salir a por el gol, hazlo con todo.

Pues no, saca a Kanouté tras el 1-0. Antes cambia a Trocho por Rakitic y a Del Moral por Perotti. Pieza por pieza, al puro estilo de entrenador batato, cobarde, y sin ideas. Y encima no sirven para nada, porque va Soldado (al final Emery va a tener razón y es mejor que Negredo el desaparecido) y te mete un chicharito que sentencia la eliminatoria.

Luego Rakitic marcaría pescando un rebote de Diego Alves en el área pequeña, al estilo delantero-centro-que-no-tenemos-y-cada-vez-más-falta-hace, y otro en propia puerta de Víctor Ruiz en el 92 (manda huevos de lo que dependemos) hacían que el Valencia pudiera acojonarse un poco. Pero claro, cuando el segundo gol viene en el minuto 92 de 93 que se jugaron, pues hay un evidente problema de falta de tiempo, por no hablar de la indecente manera que tiene el Sevilla de desaprovechar los partidos.

¿Si hubiera marcado Kanouté en el último minuto, que tuvo la oportunidad, hablaríamos en el mismo tono? Pues si, evidentemente, porque el equipo que tenemos este año es una puñetera mierda como el sombrero de un mejicano de grande. Y ahora que vengan los de cualquier medio “libre” (¡ja!) o cualquier sevillista granítico a llamarme ventajista. Podéis meteros el calificativo por donde queráis.

Encima hay que presenciar cosas que no tienen sentido. Que la grada cantara “corrupción en la federación” y desde los MMOO se apoyara (si no alentara) esa tesis, con insultos explícitos de Cabrera hacia Teixeira y al presidente del comité de árbitros (o como se llame) y hasta a Cantabria si me apuras, es de VERGÜENZA. Los MMOO vuelven a dejar en evidencia al Sevilla FC denigrando a todos y a todo.

Encima el triste personaje con ese caprino apellido se permite el lujo de decir que quien no opine que el árbitro nos ha robado que “se lave la boca”. Muchachito cabreril, desde aquí te digo que si tienes lavado el cerebro no quieras igualarte a los demás a costa de lo mismo. Vaya vida triste que debes tener macho.

Para rematar la faena mediooficialista, encima dicen que “fue un partidazo”. ¿¿¿Mande???

Añádele a ello el cobrar las entradas, que provocó una triste asistencia, 25.000 personas que deja a unos 10.000 abonados con el calificativo despectivo que más te apetezca ahora mismo.

Y hablando de calificativos despectivos. Vaya semanita llevamos con el sevillómetro totalmente ON FIRE. Cuando no es un hijo de es el de más allá, el don nadie de tal o cual… El caso es que los mismos que luego se indignan de la existencia de tal aparatejo son los primeros en sacarlo a la mínima oportunidad.

Luego los que dividen a la afición son los “sevillometreados”. En fin…

Twitter: @Boticario117