El árbitro Jorge Figueroa Vázquez asciende a Primera división

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Más Fútbol

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Jorge Figueroa Vázquez asciende a primera división tras una temporada excelente y una trayectoria marcada por la constancia y la cultura del trabajo.

El arbitraje andaluz vuelve a demostrar su excelente momento. Jorge Figueroa Vázquez (Sevilla, 1980) encuentra por fin su merecido espacio en la élite del fútbol español tras una temporada excelente en lo que a regularidad y valoraciones se refiere. Junto a Mario Melero López y José Luis Munuera Montero, la representación andaluza en la dirección de los partidos de la primera división está más que bien rubricada.

Siempre en las “quinielas”, porque mantenerse durante ocho temporadas en la división de plata del fútbol español, y haber permanecido otras cinco en la categoría de bronce no es nada fácil, el colegiado sevillano llega al nivel más alto de la competición nacional tras una inmejorable segunda vuelta, coronada con un remate épico: “Si hubiera tenido yo que escribir ese guión, con todas las circunstancias que se han dado no se me habría ocurrido nada igual.

Tras prácticamente trece meses de actividad continua, conseguir el ascenso en el último partido del playoff del año, parece de película”. Figueroa fue el encargado de dirigir el Zaragoza 0 – 1 Elche del pasado 16 de agosto, que acabó otorgando a los ilicitanos un lugar en primera división. En estos momentos de recompensa, se acuerda siempre de los que tiene más cerca, a los que dedica su ascenso: “A mis padres, sobre todo, y a mis hermanos, mi mujer y mis hijos”.

Con estos datos, es inevitable preguntarle sobre si se encuentra en el mejor momento de su carrera, algo que confiesa que algún compañero también le ha preguntado: “Sobre esto, no sabría qué decir. Calificarse uno mismo es complicado. Sí he notado el poso que te da la experiencia a la hora de gestionar lo que hacemos. Por otra parte, en lo personal me encuentro muy bien físicamente, y todo esto suma para afrontar los partidos con mayor seguridad y garantía. Como todo deportista, he tenido momentos con mayor o menor tope de forma, pero nunca me ha obsesionado lo puntual, sino el saber sacar partido al bagaje que uno va desarrollando”.

En su discurso, que evidencia una magnífica trayectoria y experiencia (de 2007 a 2012 en Segunda B, y de 2012 a 2020 en Segunda división), no concede un milímetro a otro mérito que no venga como “resultado de mucho esfuerzo y constancia. No hay más secreto que trabajar y trabajar sin parar, sin bajar los brazos, sin conformarse. Así es como he conseguido los objetivos que me he planteado. Los árbitros tenemos la obligación ineludible de demostrar un gran nivel cada año… Y cuando pasa el tren hay que estar preparado para subirse a él sin dudarlo”, nos comentaba.

Efectivamente, el que se abran estos espacios en la élite del arbitraje nacional depende de varios factores, pero Jorge afirma que una situación como la de este año podría haberse vivido en momentos anteriores: “si en los últimos años no se ha dado una situación similar no ha sido por méritos. En Andalucía hay cantera y sobrada calidad para ponérselo francamente difícil a los que deciden. No obstante, soy consciente de que en la actualidad estamos experimentando en nuestra preparación una mejoría en la formación y una sistemática aún más efectiva para enfocar el trabajo individual y colectivo, y esto seguro que va dando frutos regularmente”.

Si el arbitraje entraña una dificultad tremenda en condiciones ideales, una temporada como esta tiene que haberse reflejado en los colegiados. Jorge Figueroa es transparente al respecto: “Ha sido un año complicado a nivel particular. En el terreno psicológico, esta temporada con ese parón que ha repercutido en todos los ámbitos de la vida, lo hemos acusado mentalmente como árbitros. Digerir la incertidumbre es una tarea que hemos tenido que trabajar mucho”.

A esto se une ese extraño contexto de campos vacíos de aficionados, y un ambiente especial y atípico en el tramo decisivo de la competición. “Aunque llevo mucho tiempo arbitrando en categorías con afición y gente animando, es inevitable el que resulte chocante eso de tener que desempeñar tu tarea en un estadio vacío, pero hemos aprendido a meternos en una especie de burbuja, un escudo contra esa tristeza hecho a base de meterse a tope en el partido, de estar en la acción, en el juego, en el diálogo con los futbolistas, dejando a un lado las especiales circunstancias que nos rodean”.

Si la temporada viene de un momento novedoso, la 2020-21 también arranca con una configuración poco ortodoxa para lo que conocemos, pero Figueroa entiende que no hay mejor herramienta para afrontarla que la experiencia y la actitud profesional: “No podemos revertir la situación como quisiéramos todos, pero estamos al servicio del fútbol, de los organismos que gestionan este deporte, y la obligación que tenemos los árbitros es la de pasar nuestros test físicos y de reglas de juego, y estar en la mejor condición posible para cuando el comité nos designe, y estar listos para trabajal a un nivel digno de esta competición. Este tramo final de liga ha demostrado el gran nivel al que están todos los compañeros del estamento”.

El colegiado, siempre con un discurso positivo, ha querido ver el lado más productivo de los meses de confinamiento que la COVID-19 llevó a instaurar a nivel internacional: “Durante esos meses, hemos aprendido a trabajar en casa como alternativa, y métodos para mantener la forma. En el periodo previo a los playoffs hemos conservado ciertas rutinas y hábitos que hemos asimilado gracias a nuestro preparador físico y un equipo técnico maravilloso, para no resentirnos en exceso. En definitiva, se trata de encontrar la manera de saber cuidarnos y procurar tener una visión optimista, en la que este deporte que es nuestra razón de ser, vuelva pronto a desarrollarse como deseamos”.

Por su parte, Martínez Moreno asciende como árbitro asistente tras cuatro temporadas en Segunda división. El colegiado cordobés de 35 años estuvo anteriormente dos periodos en Segunda división B. Con su ascenso, Andalucía contará con cinco asistentes en Primera.

Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana