Los futbolistas de la selección española Iker Casillas y Xavi Hernández recibieron en el Teatro Campoamor de Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2012, que fue anunciado el pasado 5 de septiembre después de que el jurado se decantara por esta candidatura porque ambos jugadores «han conseguido los títulos más importantes con sus clubes y son un ejemplo promoviendo el juego limpio, que es admirado por todos».
Pasadas las siete de la tarde y con rostro algo serio, los jugadores españoles se levantaron de su asiento para recibir, entre la ovación de todo el público, un diploma que pretende agradecer el «comportamiento deportivo» de estas dos estrellas del deporte que, por encima de todo, elevan a lo más alto el significado de la palabra amistad. Con el premio en su poder, Iker y Xavi, ya más tranquilos y sonrientes, lo mostraron al público y se fundieron en un abrazo sincero delante de todos los allí presentes. «Han conseguido los títulos más importantes con sus clubes y la selección española, son un ejemplo de juego limpio que es admirado por todos. Juntos han mostrado una actitud conciliadora que ha limado las tradicionales diferencias entre jugadores y aficiones». Con estas palabras se presentó el galardón de Iker y Xavi, dos jugadores que han sabido olvidar los colores de sus equipos cuando se han reunido para llevar a la selección española hacia lo más alto. El Príncipe Felipe, encargado de hacer entrega de los premios, también tuvo unas palabras para los dos jugadores al término de la ceremonia. En el discurso de clausura en el que agradeció su aportación a cada uno de los premiados, don Felipe quiso destacar la «amistad» y el «compañerismo» que transmiten Iker Casillas y Xavi Hernández como «un valor añadido a sus importantes éxitos». «Su amistad y compañerismo supone un modelo para los jóvenes, pero también hay que destacar su actitud conciliadora y esa amistad de años, un valor añadido a sus importantes éxitos. Premiamos la grandeza de espíritu, la excelencia personal (…) Todos esos valores redundan en beneficio del deporte. Sabemos que a las competiciones deportivas son inherentes la rivalidad, la ambición, los deseos de ganar al contrincante, de lograr más triunfos que los demás, pero por ello es destacable comprobar que esa realidad se puede dar compartiendo una profunda amistad», pronunció el Príncipe Felipe en un emotivo discurso. «Iker y Xavi mantienen una estrecha amistad desde que ganaron con la selección el Mundial Sub-20 de Nigeria en 1999 y el paso del tiempo ha fortalecido esa relación por encima de los enfrentamientos y pasiones», explicó el jurado el día que anunció la decisión de entregarles el Premio en favor del otro finalista, el Comité Paralímpico Internacional. El portero del Real Madrid y el centrocampista del FC Barcelona llegaron a mediodía al hotel Meliá de La Reconquista para participar en una recepción con los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, junto al resto de los galardonados. Pero el gran momento llegó sobre las seis y media de la tarde cuando, aclamados por el público que se dio cita a las puertas del Teatro Campoamor, ambos jugadores desfilaron juntos por la famosa alfombra azul. Desde el hotel la Reconquista, poco después hizo su aparición la Comitiva Real formada por los Príncipes de Asturias y la Reina doña Sofía, que no ha faltado a ninguna de las 32 ediciones de estos premios. Tras el tradicional desfile, la Reina subió hacia el palco real y don Felipe y doña Letizia, acompañados por la música de gaitas, se dirigieron a la mesa presidencial de un teatro lleno hasta la bandera. Tras la interpretación del himno español a cargo de la banda de gaitas ‘Ciudad de Oviedo’, el Príncipe Felipe declaró abierta la entrega de premios y, uno a uno, fueron subiendo los galardonados para recibir su diploma. El más esperado para el mundo de los deportes llegó algo más tarde de las siete, cuando Iker Casillas y Xavi Hernández recibieron, de manos del Príncipe, un galardón que, más que una inmejorable carrera deportiva, pretende premiar por encima de todo una actitud que supone todo un ejemplo para los más jóvenes.