Algo se muere en el alma… cuando Robinson se va

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Más Fútbol, Nuestros números 1, Number1 opina

Tagged: , , , , , , , , , , , , , , , , ,

El 28 de abril se apagó una de las luces más nobles y puras del  fútbol, la de Michael Robinson, ex futbolista, comentarista y amigo, de esos que te atrapan la primera vez que intercambias unas risas.

Hoy es un día triste, se ha ido un amigo, una persona entrañable, uno de esos magos del fútbol que cuando le conoces te atrapan de por vida. Ocasiones contadas en las que coincidimos pero todas llenas de risas y bromas, por mi carácter de jerezano de pura cepa y el tuyo de inglés-gaditano, ese rincón que te enamoró desde el primer momento, tu Tacita de Plata que desde ya luce crespón negro por tu pérdida. Con apenas 61 años y mucho aún por delante, te has marchado casi sin hacer ruido en tus últimos meses de suplicio pero dejando huella, esa huella imborrable que dejan las buenas personas.

Casi dos años más tarde de aquella notica que le dieron haciéndole encajar el gol  más cruel de su vida, aquella tarde de octubre de 2018 que no cambió nada en tu día a día. ya que como los grandes lo llevaste un tiempo en silencio para el gran público, conservando tu trabajo y tu rutina diaria. Tu particular acento y forma de entender la vida hizo que calaras pronto en el corazón de todos los que amamos el mundo del fútbol, y especialmente con ese Cádiz con el que siempre tuviste una bella historia de amor.

Para los que ya sumamos años, Robinson es además de todo eso, un delantero que tras jugar en el Liverpool, su casa, llegó a España. para jugar en Osasuna en la década de los 80 y quedarse para siempre entre nosotros con ese particular gracejo de sus palabras. Con apenas 17 años debutó en el Preston North End donde militó cuatro años, la mayoría de ellos en Segunda, pasando al Mánchester City (79-80), Brighton (80-83) y finalmente la temporada de su vida, la 83-84 defendiendo la camiseta del club de su corazón, el Liverpool, con el que ganó Premier, Copa de la Liga y la Champions.

La titularidad estaba muy cara, de hecho, por delante tenía a dos glorias del fútbol inglés, Keny Dalglish e Ian Rush, pero pese a todo tuvo sus minutos en la prórroga de aquella final contra la Roma en el Olímpico. Esa falta de protagonismo en su querido Liverpool hizo que decidiera cambiar de aires hacia el Quens Park Rangers, (84-86). Y de ahí, al fútbol español donde se ganó el corazón de la afición pamplonica tras llegar a Osasuna en enero del 87.

En el anecdotario queda que cuando le preguntaban cómo se llamaba la ciudad donde vivía en España decía Osasuna en lugar de Pamplona. Allí marcó, en su primera temporada, siete goles que ayudaron a salvar al equipo rojillo. Una lesión en su rodilla derecha le obligó a reirtarse casi tres años más tarde de su llegada a tierras navarras. Hombre de fútbol, con una amplia trayectoria en Inglaterra, dejando huella en España, una Liga donde apenas estuvo tres años como futbolista pero toda una vida como comentarista, donde marcó un estilo propio con su mal español y ese acento inglés que ni perdía ni quería dejar ya que formaba parte de su particular ADN.

Internacional con Irlanda, y ganando el corazón de aquellos sitios por donde pasaba, el fútbol español y sus retransmisiones no se entenderían sin su tremenda aportación en estos treinta años sumando y portando siempre. Primero con Pedrerol en el Día después y las retransmisiones con Carlos Martínez, y creciendo siempre como hizo de la mano de Alfredo Relaño, uno de los artífices del crecimiento de Robinson como periodista y comentarista, porque pese a no poseer el título se merece el galardón.

Informe Robinsosn fue una de sus últimas aportaciones y que pasarán a los anales de la historia de la televisión por la calidad de su trabajo y el fondo de los mismos. Precisamente, una de las últimas veces que hablé con Michael fue cuando con motivo del especial que hizo con mi amigo Luis Arconada, y que tendría a Iker Casillas también como testigo de excepción más tarde. Recuerdo que me llamó y me dijo. Eres quien más sabe de Luis así que ¿podrías ayudarme? Y así lo hice, primero porque me sentía halagado de su llamada, y segundo porque sin duda su sencilla forma de pedirlo fue suficiente para aceptar estar en la sombra en ese reportaje que es historia por el tacto con el que se trató, después de mucho tiempo a quien tanto le había dado al mundo del fútbol.

Se ha ido Michael para algunos, Robinson para otros, el hombre de pronunciado acento inglés, el gaditano más anglosajón del mundo, el hombre de la sonrisa eterna. Se ha ido un referente, un profesional ejemplar, se ha ido… un amigo.

¡Hasta siempre Pisha!

Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: Informe Robinson