Se fue sin hacer ruído, cómo vivió su enfermedad, en silencio y rodeado de sus seres queridos; su marcha dejó un vacío enorme, tanto que nada ni nadie lo podrá llenar, la Leyenda de Johan Cruyff.
Un año sin Johan Cruyff, un año sin el hombre que inventó el fútbol moderno, el que marcó una época, el Cruyff artista, el Johan persona cuyos pequeños detalles le hicieron aún más grande. Se fue el mago, el artista del balón, el futbolista con un cambio de ritmo eléctrico y capaz de dejar sentado al mejor de los defensas.
Líder de la naranja mecánica, capaz de enfrentarse a la todopoderosa adidas, a renunciar a jugar un Mundial, el de 1978 en Argentina por unas ideas, unos principios, unas creencias. Su llegada al Fútbol Club Barcelona cambió la historia del equipo culé en dos ocasiones. Primero con su fichaje por los azulgranas como jugador y posteriormente al incorporarse como técnico y lograr la primera Copa de Europa de Can Barça
En el FC Barcelona siempre habrá un antes y un después de Cruyff, el inventor del fútbol moderno, el hombre que creó a su imagen y semejanza el mítico Dream Team que encandiló a la Europa futbolística. Después de Johan todo fue más fácil, éste holandés arraigado a su Cataluña querida sentó las bases de un proyecto que ayer era un sueño y hoy es una realidad.
Desde su último driblin, su último pase, su último gol, su última genialidad han transcurrido 365 días, o lo que es lo mismo, Año 1 después de Johan. Un año desde aquel día de marzo en que el mundo del fútbol se vistió de luto para despedir, sin colores ni distinciones, sin rivalidades, a uno de los grandes dioses del Olimpo futbolístico reservado sólo a las Leyendas: Pelé, Di Stéfano, Maradona y por supuesto Cruyff, Johan Cruyff. Licencia para enamorar.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Los Andes.com
