Otro año más, y ya van once desde tu partida querido amigo Antonio Puerta, otro 28 de agosto para el recuerdo de aquel joven con mucho que decir, y con mucho que amar, para dar paso a la Leyenda
Comenzaba la Liga y curiosamente terminaba para ti la vida, esa cuyo caprichoso destino te había mandado un mensaje letal para que te quieras como los grandes, en tu mejor momento, fuerte, y cargado de esa juventud para que tu rostro fuera bello y eterno pese al paso de los años. Para que todos recordaremos esa figura fina, librada, esa perilla al más puro estilo de los Tres Mosqueteros, y esas ganas por conocer lo que el amor te había deparado, ese niño cargado de tu luz y la de tu amada Mar, llamado Aitor Puerta.
La vida desgraciadamente es demasiado caprichosa, tanto como para arrebatar las ganas de vivir a alguien que como tú, querido Antonio comenzabas a tenerlo todo: una mujer que mucho después de tu partida te sigue teniendo muy presente, un hijo que ha crecido con esos valores de los que siempre hiciste gala, sencillez y humildad, como la base de todo, y ese recuerdo que desde tu partida se hizo eterno. Tanto que cada 28 de agosto, Sevilla, tu Sevilla se paraliza en la memoria de los que siempre te tenemos presente.
No hace falta que sea el minuto 16, ni mirar la espalda de tu amigo Jesús Navas, que honra tu memoria llevando ese dorsal con el que te marchaste, porque hay cosas que no necesitan explicación. Como ocurriera mucho antes con el recordado Berruezo, que ya tiene como tú su rinconcito en el Ramón Sánchez Pizjuán, la memoria no es débil cuando se trata de homenajear a aquellos que se fueron dándolo todo por unos colores que llevarán grabados en el alma por siempre.
Tú no eras amigo Antonio de los que buscaras protagonismo ni de los que sacaras pecho cuando las cosas comenzaron a ir bien. Recuerdo aquel reportaje que preparamos para la revista don balón y como tras verlo publicado me llamaste para vernos. No sabía qué ocurría pero tras estar frente a frente aquel: «Gracias amigo, me ha encantado como ha quedado, las fotos geniales y has plasmado todo lo que te contaba en la entrevista; así da gusto».
Ahora que ha pasado el tiempo y que ya no estás aquí para charlar, me siento orgulloso de haber tenido la suerte de conocerte, de disfrutar de tu amistad, y por supuesto de ver crecer a tu hijo Aitor, que el tiempo ya dirá si ha heredado esas buenas maneras en el campo que ya demuestra en sus sueños de emular a su padre, pero que está claro ha sabido heredar esos valores que tan grande te hicieron como persona. Puedes estar tranquilo porque Mar, el amor de tu vida, plasmado en ese hijo increíble, te honra con su dedicación a Aitor. Esa que antes de llegar al mundo ya demostrabas tú querido amigo.
Hoy, 28 de agosto de 2018 se cumplen ya 11 años de aquel fatal desenlace que nos privó de seguir disfrutando de tu presencia, pero de la misma forma se cumplen 11 años de poder seguir creciendo cada día con el recuerdo de alguien que con su humildad, educación y respeto nos enseño que se puede ser grande sin necesidad de sacar pecho para ello. Siempre en nuestra memoria Antonio.
Siempre en nuestros corazones amigo. Hasta siempre Puerta.
Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: JOSÉ EMILIO GÓMEZ @JoseEmilioGomez
