Nuevo atentado terrorista, nuevas víctimas inocentes que dejan familias rotas, nueva muestra de un Mundo roto, dolor, injusticias, de ese veneno de una sociedad que no camina hacia el sitio correcto.
El Mundo llora los atentados terroristas del 13 de noviembre en París, de esa nueva muestra de violencia de unos terroristas que buscan la eternidad de la forma más injusta y cruel, rompiendo de cuajo los sueños e ilusiones de cientos, miles de personas que son el pasaporte hacia esa falsa eternidad. Nuevo atentado terrorista que deja hijos huérfanos, padres que sufren el peor dolor que puede sufrir un ser humano, la pérdida de un hijo, familias rotas, parejas, por algo que no tiene vuelta atrás: la muerte.
Adiós inesperado para personas que salieron a divertirse, disfrutar, en un final de semana laboral, que se convirtió pese a que creían que iniciaban su fin de senana, en algo sin vuelta atrás, el final de sus vidas. Y todo por culpa de unos terroristas, o mejor dicho de unos ASESINOS, de unos animales irracionales (que no personas) que en busca de la felicidad eterna (malditos incrédulos) destrozan de cuajo a inocentes, a personas que no estaban invitados a ese partido llamado muerte.
La vida es tan injusta que a veces castiga con demasiada crueldad a personas que no han sido llamadas para ello pero a las que el dichoso destino le pone una fecha de caducidad sin avisar…
Los atentados terroristas de París no son más que una nueva muestra de donde vamos, de esa mierda de sociedad, de esa hipocresía, de esa envidia, de esas falsas creencias con las que nos creemos dueños y señores del destino de personas sin billete de vuelta.Más de 128 personas, entre los que se encuentran ocho de los terroristas, de los que siete murieron tras activar sus cinturones explosivos dando punto y final al peor atentado sufrido en Europa desde el 11M de Madrid, y que conmociona al mundo como también lo hizo aquel 11S con las Torres Gemelas como centro de atención.
Una carnicería humana que deja roto el Mundo, un Mundo que ahora se rebela en muestras de solidaridad y hermanamiento a un país, Francia, en el que todos nos vemos hoy reflejados con un sentir, unas lágrimas, teñidas de dolor, de silencio, de injusticia, y del amplio arcoiris que forman las banderas de todos los países, que unidos en el dolor, se convierten en uno sólo.
Hoy el mundo habla en francés, como en el 11M lo hizo en español o el 11S en inglés. Hoy el mundo habla de paz, esa es la verdadera grandeza del ser humano…
Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Telemetro
