Es el juego que más gusta a Griezmann. Llora, le pagan lo que quiere y luego aprovecha para buscar acomodo en un club más grande, para seguir creciendo y de paso… ganar más dinero.
Algunos se llevan las manos a la cabeza en cada declaración de intenciones del francés Antonine Griezmann para salir del Atlético de Madrid, principalmente porque lo entienden como una falta de respeto del jugador hacia el club rojiblanco. Pero olvidan el pasado más reciente del futbolista, cuando en su día hizo lo propio, jugando a espaldas de la real Sociedad para dejar el equipo tauro urdin con destino la capital de España.
Pero claro, ahora la historia ha cambiado y duele más. Ahora se hace noticia algo que en su momento veían como lógico la gran mayoría, menos claro está, el gran perjudicado, la Real Sociedad que veía como su gran estrella, Antonine Griezmann, a la que acogió y descubrió siendo un crío, buscaba acomodo en un grande de nuestra Liga. Algo que algunos llamaron ley de vida en su afán de ganar títulos y seguir creciendo.
La historia se repite, el internacional francés es un ganador nato, tiene hambre de dinero… y de títulos. Llegó al Atlético de Madrid en busca de más, que tampoco era complicado ya que en la Real alzar un trofeo quedaba lejos. Y por ello ahora busca irse, objetivo que conseguirá sí o sí, después de ver frustrado su deseo de salir el pasado verano cuando tanto se habló del Manchester United y el FC Barcelona.
Esta misma semana ha vuelto a anunciar que quiere irse, sin tener el valor suficiente de decirlo a boca llena y jugando con la situación como el pasado año, principalmente porque sabe que tiene la sartén por el mango, especialmente porque es la parte fuerte de esta historia, ya que guste o no el futbolista antes o después consigue su objetivo.
Tras la pataleta del paso año quería más dinero y lo consiguió. El Atleti no podía fichar por la sanción de la UEFA y el futbolista lo sabía. Manejó la situación a su antojo y la afición rojiblanca, pasional donde las haya no se lo ha perdonado, por muchos goles que marque. Sus enfrentamientos con la grada, a la que ha retado en alguna que otra ocasión con la mirada o con gestos en las celebraciones de sus goles, es evidente.
No hay ‘feeling’ entre la afición del Atleti y Griezmann porque quien conoce a la parroquia colchonera sabe que igual que te lo da todo, también te lo quita cuando sabe que tu compromiso es total, tanto dentro como fuera de la cancha. Y en ese segundo aspecto el futbolista francés no ha estado a la altura, y eso le cansa al aficionado de a pie escuchando cada dos por tres que quieres marcharte o peor aún, querer y no tener la testiculina suficiente de decirlo.
El futbolista tiene decidido que su futuro está lejos del Atlético de Madrid y que su deseo es jugar en el FC Barcelona, a día de hoy el mejor equipo del mundo y el mejor escaparate para lucirse y seguir creciendo como en los últimos años a pasos agigantados. El Barça ha movido ficha, tiene ventaja sobre el resto e incluso se habla de que ya está atado.
Mientras tanto al Atleti no le queda otra cosa más que acatar que le hagan algo que ya hicieron ellos en otras ocasiones a otros equipos. El propio Griezmann, o el caso Vitolo el pasado verano son los mejores ejemplos de algo que reza en el refranero español: «Donde las dan, las toman».
Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Diario La Grada
