El que es considerado por la gran mayoría, mejor jugador de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, cumple este 30 de octubre 60 años. Un genio en el campo, un juguete roto fuera de el.
Hablar de Diego Armando Maradona es hacerlo de un niño precoz, un genio, uno de esos personajes que por una u otra cosa no pasa inadvertido, pero especialmente de uno de los grandes, sino el más, que ha dado la Historia del Fútbol Mundial en todos estos años de vida. Aquel niño que deslumbraba sin levantar apenas un cuarto del suelo, no sabía por que entonces, que años más tarde sería el mejor jugador del mundo, el que cambió la historia de Argentina, en su gran rivalidad con Brasil y que ahora tenía otro debate abierto ¿Pelé o Maradona?
El mismo Maradona que hoy cumple 60 años, seis décadas del más grande, comentario que siempre hace que algunos entren en su parcela privada y más personal para hablar del Maradona que jugó también con las drogas y que no fue ejemplo de deportista fuera de la cancha. Pero guste o no, y aunque no haya sido el mejor ejemplo en lo personal, en lo futbolístico Diego Armando Maradona es enorme, grande, brillante, único. Capaz de dar patadítas a una naranja mientras recorre un estadio, de calentar con las botas sin atar los cordones, o de poner la pelota donde nadie es capaz de hacerlo dejando impotente la estirada más perfecta del mejor portero del mundo.
Ese es verdaderamente D10s Armando Maradona, el hombre que cambió la vida de Nápoles para hacerlo él solito campeón del Calcio. El mismo Nápoles que luego le cambió la vida metiéndole en ‘partidos’ de los que de haberse alejado su perfección futbolística habría ido unida de un la personal, sin duda el gran lunar de este astro del balón. Los que hemos tenido la suerte de verle jugar, sabemos de lo que hablamos. Un futbolista de clase y máxima calidad, con una técnica exquisita pero además ganador como pocos.
Porque Maradona era líder, lo fue cuando las piernas le respondían y lo es cuando estas le han dejado de seguir al son de su cerebro, porque ese carácter ganador está en ese ADN suyo tan particular. Él sabía jugar como nadie y hacía magia con el balón en los pies pero aparte sabía defenderse en una época donde mandaban los marcajes al hombre, en muchísimos momentos al límite de la violencia. Diego lo aguantaba todo, recibía pero además, sabía dar y hacerse respetar.
Le queda la espinita de en su aparición estelar no ser convocado por César Luis Menotti para el Mundial disputado en su país, Argentina en 1978 y donde la albiceleste de la mano de Mario Alberto Kempes se proclamaba campeona del mundo ante la naranja mecánica de Holanda. Su primer Mundial fue el de España donde Argentina no fue la Argentina de Maradona que todo el mundo esperaba, en gran parte por los durísimos marcajes que tuvo que sufrir el astro argentino. ¿Quién no recuerda aquel Italia-Argentina?
Pero la experiencia de aquel Mundial le sirvió para liderar a lo más alto a su país ganando, de la mano de Bilardo, el Mundial de México en 1986 con su recordada mano de Dios, y con esa capacidad para estar por encima del resto del panorama futbolístico. Cuatro años más tarde, estuvo a punto de recibir la gesta pero se quedó a puertas al perder ante Alemania. De una u otra forma, brillando siempre pese a que no era ya el Maradona de antes por la historia por todos conocida.
Hablar de Diego Armando Maradona es hacerlo de un futbolista único. Como les comentaba muchos se quedarán con lo que hubo fuera de su parcela deportiva, pero nosotros estamos aquí para elogiar una vez más al Maradona futbolista y por supuesto para decirle en este, su 60 cumpleaños, Felicidades Genio. Un placer haber disfrutado en vivo de su fútbol. Gracias.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Marca
