Gesto de señorío de Iker Casillas con De Gea

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Más Fútbol, Nuestros números 1, Number1 opina

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Ídolos e ídolos de barro, ese es el mundo del fútbol capaz de hacerte volar para mañana disparar hasta derribarte. Pero gestos como el de Iker Casillas hacia De Gea invitan a la esperanza.

Ya lo dijo en su día el que fuera técnico de la Real Sociedad y Real Madrid, John Benjamin Toshack: «Ayer me chillaban, hoy me aplauden, mañana…» Este es el mundo del fútbol, tan pasional que a veces no permite ver más allá y que hace que el que ayer era ídolo hoy sea diablo y viceversa… Pero hay gestos y detalles que están por encima de cualquier otra cosa, que hacen que nos demos cuenta que no está todo perdido y que aún hay tiempo para sumar y seguir creciendo.

Un ejemplo claro de ello es el internacional Iker Casillas, presente en el Mundial de Rusia 2018, pero por primera vez desde su aparición en una Copa del Mundo, como comentarista en la televisión azteca, y no como convocado del combinado nacional. El Mundial sin Iker no es el mismo, como les contaba hace unos días en Number 1 Sport. Porque profesionales como Iker Casillas serán valorados el día que dejen de estar en este apasionante mundo del fútbol.

Ayer Casillas era un referente de nuestra selección, ídolo, futbolista admirado y deseado por todos los grandes del fútbol, pero para algunos ya no vendía, porque era mejor darle palos que ensalzar su figura, al parecer eso ya vendía más. Y comenzó una campaña de acoso y derribo para tirarle de esa poltrona que por méritos propios y durante años se había ganado, día a día, partido a partido, primero emergiendo siendo apenas un niño de 16 años, y posteriormente asomando como gran figura internacional.

Perseguido bien por sus paradas que por no bailar a las palmas de algunos, tanto dentro como fuera del campo, donde su relación con la periodista Sara Carbonero le señalaban aún más. Tanto, que tras ganar España el Mundial, el hombre enamorado pudo más que el profesional frío, y ante la mirada de millones de personas selló con un beso una historia tan pura como bella, que a pesar del deseo de sus enemigos, sigue estando muy viva.

Porque detrás del profesional, está la persona. Esa persona que ha tragado, que ha aguantado y que se ha defendido como y cuando ha podido. Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio. Los que ayer le ‘mataban’ por según decían «no ser el de antes» son los mismos que ahora callan cuando falla De Gea, al que colocaban como mejor portero y sucesor del guardameta de Móstoles. Porque David De Gea al igual que Iker Casillas es humano, sí, y también falla.

Así lo hizo en el último amistoso de España antes de la cita mundialista y así lo repitió en el debut de España ante Portugal en la Copa del Mundo de Rusia 2018. Falló una, dos y hasta tres veces. Excesivamente nervioso para la trayectoria internacional y la cantidad de partidos que acumula con su club, el Manchester United de Jose Mourinho. Me acordé de Julio Cardeñosa, Arconada, Raúl, Zubizarreta… y de cada uno de los que demostraron ser humanos en algún momento de su trayectoria.

Recordé a aquellos que se olvidaron de que eran humanos, personas de carne y hueso, de los que los sentenciaron, no sólo en el momento del error puntual, sino intentando manchar una intachable trayectoria deportiva con un aislado error, fallo o como le quieran llamar. Me puse en ese pellejo, en ese lugar donde te sientes como en ese peligroso alambre al que tanto te costó llegar y del que tan rápido te tiran. Y me acordé del bueno de Iker Casillas, el último señalado hasta conseguir, primero, dejarle fuera de una convocatoria de la selección española, y posteriormente, fuera del Mundial.

Pero es entonces cuando aparece ese al que tantos y tantos señalaron, al que jubilaron antes de tiempo, al que le quitaron sin motivo alguno, ese dorsal número 1 que sólo pueden llevar unos cuantos elegidos: Iker Casillas. Una vez más grande entre los grandes al defender a De Gea, porque nadie como él sabe lo que es que te tiren balas ‘envenenadas’. «Por tener un pequeño error no se le tiene que poner en el ojo del huracán a De Gea. Las críticas son normales cuando pones el listón tan alto, porque la gente te exige el máximo, pero lo que es verdaderamente importante es lo que viene después», señaló Casillas a los compañeros de EFE.

Gesto de señorío del que sigue siendo a día de hoy número 1 de la portería española dentro y… fuera del terreno de juego. Grande Iker Casillas.

Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: EFE/EPA/ABEDIN TERKENAREH EDITORIAL