¿Habéis llorado de emoción alguna vez, al hacer una foto? Pues eso fue lo que consiguió Marc Márquez al finalizar el pasado Gran Premio de España en Jerez este pasado fin de semana. Hoy les contamos una historia de las que llega al corazón y nos muestra el lado más humano y la verdadera raza de un Campeón, pero en este caso fuera de las pistas y lejos del asfalto. Una historia que emociona y de la que NUMBER 1 SPORT fue testigo de excepción gracias a la oportuna presencia de PEDRO J. RAMOS, nuestro especialista y jefe de sección en el mundo del motor, que nos regala la historia en imágenes. El gesto más humano de todo un campeón: Marc Márquez con Selu.
Tras acabar las entrevistas con los distintos medios de comunicación, al bueno de Marc, no solo le esperaban aficionados esperando hacerse una foto y conseguir un autógrafo del campeón, sino que le esperaba alguien muy especial, Selu. Otro campeón de 12 años, que se ha convertido en un auténtico ejemplo de superación personal.
A pesar de sufrir una enfermedad que afecta directamente a sus articulaciones, un 80% de discapacidad, llamada síndrome de Larssen e hiperlaxitud, es natural de Bornos, y su enfermedad no le impide para poder cursar sus estudios de Primaria y luchar por ser informático. “Súper Selu”, es un apasionado de los deportes, y en especial del Kárate. En su disciplina ha alcanzado cinturón amarillo. Y no solo participa, sino que en sus vitrinas acumula más de un trofeo.
Tras muchas firmas y fotos, le llegaba el turno a José Luis. María Gil Bustillo, su acompañante y gran anfitriona, contaba a Marc quien era el pequeño Selu. Tras besos y abrazos, Marc no solo le firmó su gorra, sino que fue testigo de una exhibición de campeón karateca. Así pues, no lo dudó un segundo y demostró al piloto de Cervera sus dotes. Marc, todo corazón, participó en los gestos de kárate, para el disfrute de los presentes que no paraban de agradecerle su gran humanidad con el pequeño Selu.
Pero eso no iba a ser todo. Tras la firma a María de una camiseta para la asociación Aspaym Cádiz, que tan buen trabajo está llevando a cabo, Marc hizo traer las botas con las que logró su último título mundial de 2016. Las firmó y se las regaló. La emoción nos cubrió a todos. Lagrimas emotivas ante semejante detallazo corrían por las mejillas del propio Selu, que no daba crédito al regalo, por las de María, y en el resto de aficionados, que asistían atónitos a un bellísimo gesto de auténtico campeón, que lo hace más grande aún, y de un servidor, que no paraba de inmortalizar el momento, con lagrimas en los ojos.
Los aplausos y las palabras de los aficionados no podían se otras que “no cambies nunca Marc”, “si ya eres grande como piloto, lo eres aún más como persona”….
Pues eso Marc. No cambies nunca campeón.
Twitter: PEDRO J. RAMOS @Number1sport
Fotos exclusivas: PEDRO J. RAMOS by @Number1Sport
