El tema de Piqué y su nacionalismo catalán cansa la verdad. Qué fácil es prejuzgar y señalar, y más aún ante la cobardía de unas redes sociales donde podemos mantener el anonimato e insultar, juzgar o machacar a nuestro antojo.
Todo vale, o al menos eso parece. Uno puede insusltar, prejuzgar e incluso juzgar, señalar con el dedo: Ese es vasco, catalán, no es español… Pero ¿hasta donde vamos a llegar? ¿Dónde está esa famosa democracia que tanto reclamamos para nosotros mismos pero no para el resto de este bendito país llamado España? Aquí nos jode que hablen de nosotros, de lo que hacemos, de lo que decimos, pero cuando se trata del vecino se abre la veda. ¡Con dos cojon…! Así nos va.
Pero ¿no es más fácil que cada uno haga lo que le de la gana siempre y cuando lo haga con le máximo respeto? Que Piqué se siente catalán, pues muy bien, como cada uno de nosotros nos sentimos andaluces, gallegos, extremeños o de donde sea. ¿Qué hay de malo en eso? ¿El rendimiento de Piqué es malo o distinto cuando defiende la camiseta de la selección española o la del FC Barcelona? ¡No! ¿verdad? Entonces ¿qué demonios estamos hablando?
¿Dónde está la calidad de la prensa española esa que tanto me apasionó y a la que cada vez le estoy cogiendo más asco? ¿Dónde está aquello de contrastar la noticia? De asegurar la fuente, de cerciorarse que es de una forma y no de otro, de buscar las dos versiones, en definitiva, de informar para dar la máxima calidad y credibilidad a la información, que no a la opinión, que eso ya es otra cosa.
Si ustedes me preguntan si me gusta que Piqué o quien sea habla en catalán le diré que no. Porque entiendo que si habla para TV3 estará genial porque habla para el público catalán pero si lo hace para TVE, Antena 3, La Sexta, Tele 5, Cuatro o quien sea, lo haga en español, en ese rico castellano que hemos ido cultivando en esta España nuestra. Peor una cosa es que no me guste y otra muy distinta que diga que Piqué no es español porque defiende también su posición como ciudadano de su región autónoma: Cataluña.
Porque una cosa no tiene nada que ver con la otra. Porque cuando Piqué juega con la selección española defiende la roja, y por tanto a España. Por encima de banderitas, y demás tonterías, por encima de nacionalismos o de cobardes desformados que bajo un pseudónimo, un nombre falso, o lo que sea, juega a ser periodista en twitter, Facebook o demás redes sociales, o a través del amplio abanico de blogs que tanto daño están haciendo al periodismo y a los periodistas; principalmente porque se ha perdido ese criterio y estas bases del periodismo.
Ya está bien. ¿Has ta cuando tendrá Piqué que aguantar esta situación? ¿No somos todos libres para hacer lo que queramos? ¿Porqué no puede entonces Piqué hacer lo que quiere con su familia en sus ratos de ocio? Porque al fin y al cabo este es el mismo Gerard Piqué al que se le vio jugar en una imagen entrañable con su hijo, ataviado con la ropa de España. Sí señores, de ES-PA-ÑA.
Que un señor ponga en twitter que Piqué ha cortado la bandera de España de su camiseta y por eso no la luce como otros compañeros me parece increíble. Pero más aún, que medios de comunicación y profesionales del medio se pongan a darle a Piqué por esta circunstancia, sin informarse antes por ejemplo con la firma adidas para preguntarle si eso es cierto. Adidas le podría decir a quien llamara que las de manga larga no llevan la bandera española en la empuñadura como las otras. Sencillo ¿Verdad? O al menos debería serlo.
Pero no es que Piqué no se haya querido poner esa camiseta por la bandera como muchos han dicho no, es que quiene e fije en esos detalles podrá comprobar que Piqué juega siempre con camisetas de manga larga, especialmente con la selección, lleven o no la bandera de España, detalle este que no tiene la menor importancia. De hecho ya luce esa misma bandera en la camiseta y en el escudo de la Real Federación Española de Fútbol. El anuncio de su retirada tras el Mundial de Rusia ha sido su forma de poner punto y seguido, que no final, a una historia que no debería haber sido tal.
Así que pongamos punto y final a esta estupidez, comencemos a respetar para ser respetados, a informar pero independientemente que el destinatario sea catalán, andaluz, cántaro, gallego o vasco. Da igual el acento que tenga, sus raíces, siempre y cuando sea español. No hay que mirar más allá. Ofrezcamos ese mismo respeto que tanto pedimos para nosotros y los nuestros. Pongámonos en la piel de Gerard Piqué y su familia, crezcamos, y no entremos en esta vorágine de desinformación. Tengamos nuestra opción propia, que no la maneja ni twitteros ni faranduleros del tres al cuarto que dañan sin mirar el destino de sus líneas o sus insulsos gratuitos.
Hoy, yo también soy Piqué, como deberíamos de serlo cada uno de nosotros para frenar esta corriente y este racismo estúpido con uno de los nuestros porque para quien no lo sepa o lo haya olvidado, hablamos del central de España, nuestra selección. De uno de los futbolistas que hizo posible que España levantara dos Copas de Europa y el soñado Mundial. España está hecha de Iniesta, de Xavis, de Casillas, de Kokes, como antes lo estuvo de Arconada, Camachos, Quinis o Gordillos… no lo olvidemos, como diría Bilardo: «Los de rojo son los nuestros».
¡Fuerza Gerard!
JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Lainformacion.com
