La noticia de la enfermedad de Johan Cruyff ha conmocionado al mundo, no sólo al futbolístico, ya que la figura del holandés más catalán del mundo traspaso fronteras. Es el momento de respetarle.
Si uno escucha el nombre de Johan Cruyff, de repente dibuja un regate eléctrico en su retina, ya sea enfundado en la camiseta del Ajax, del Barça o de esa selección holandesa a la que convirtió en la Naranja Mecánica. Los que tuvimos la suerte de crecer viéndole jugar al fútbol descubrimos lo que años más tarde descubrirían otras generaciones con la aparición de esos personajes de dibujos animados llamados Oliver y Benji.
Porque Johan era un futbolista de dibujos animados, un genio adelantado a su tiempo, un artista del balón, una estrella del fútbol Mundial… pero por encima de todo eso, una persona. Un padre de familia, abuelo, marido, amigo. Por eso basta con una palabra para calmar el dolor y los duros momentos de los suyos una vez conocida la grave enfermedad que padece el que ha sido referente del fútbol arte.
Y esa palabra es ¡Respeto! Respeto para alguien que tanto nos ha dado, para un futbolista que nos regaló jugadas que nunca más volveremos a ver sobre un terreno de juego, a un entrenador que creó un Dream Team y un antes y un después en este apasionante mundo del balón. A un ser humano, al que la vida le avisó, hasta el punto de cambiar esos inseparables cigarrillos que tanto chocaban en un deportista, por unos ‘chupa chups’ que puso de moda como todo lo que toca.
Porque por encima del Cruyff futbolista e ídolo de grandes y pequeños, está Johan, la persona. El cabeza de familia y referente de los Cruyff. Porque de por sí es dura la enfermedad que le acaban de diagnosticar y el proceso que le queda desde ya en adelante, como para tener que ser machacado, observado y enjuiciado desde miles de frentes.
Porque los medios de comunicación pueden y de hecho deben hablar de ello, por supuesto, porque para los mismos está por encima de la persona el personaje sí, pero con algo que nunca debe faltar en todos los factores de la vida: el respeto. Ese respeto que tanto queremos para los nuestros pero que a veces olvidamos para el resto…
Dejemos a Johan luchar como siempre lo ha hecho. Respetemos esos momentos de dolor, incertidumbre, esos momentos donde la vida te manda un órdago equivocándose de rival. Porque si el cáncer piensa que Cruyff será un rival fácil se equivoca. Porque aquel espigado y enclenque futbolista que nos conquistó de por vida, con su fútbol eléctrico, hará lo mismo ante este duro rival que le ha tocado en suerte ahora que disfrutaba con la tranquilidad que da la familia.
Como si fuera la defensa de aquella Alemania del 74 donde el fútbol quedó en deuda de por vida con la Holanda de Cruyff a la que le debe un Mundial. Y su regate, su cambio de ritmo, y esa magia que ha conservado como los grandes incluso pese al paso del tiempo, está intacta. Y será clave para una vez más salir adelante con ese carácter ganador que le acompañó desde sus comienzos.
Desde Number 1 Sport queremos mandar todo el cariño del mundo al ídolo, al padre, al abuelo, al mito, pero sobre todo a la persona. A ti Johan Cruyff y a tu familia. Ahí queda esa portada como homenaje por todo lo bueno que nos has dado y todo lo bueno que aún te queda por regalar. Toda la suerte del mundo para este partido que acaba de comenzar mal pero que seguro ganarás.
Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
