No hay tiempo que perder y menos aún después de la victoria lograda ante el Espanyol y que permite al equipo verdiblanco mantener la esperanza de la permanencia aún a mano…
No quiere dar pistas, de ahí que Gabriel Humberto Calderón haya decidido encerrar a los suyos para así evitar las miradas de los curiosos y que sus armas puedan llegar a tierras valencianistas antes de la próxima jornada, o lo que es lo mismo, que el Valencia de Pizzi juegue con ventaja. El técnico bélico sabe lo que se juega el Betis en este partido y de ahí que no de concesiones. Y es que una derrota en Mestalla devolvería al Betis otra vez a la tierra y a la cruda realidad, es decir, a la de un equipo que necesita ganar todo lo que juegue para poder salvarse, algo hasta ahora complicadísimo. La victoria de la pasada jornada invitó a la esperanza pero claro esa palabra debe ir acompañada de resultados para que esto funcione a la perfección.
Así, Calderón ha entrenado en el día de hoy a puerta cerrada para así probar ese equipo que pueda saltar a terreno valencianista algo harto difícil sobre todo después de ver el golpe que dio a la Liga el conjunto de Pizzi al ganar en el Nou Camp. Esto puede tener doble lectura, de un lado el de la confianza que deben tener los ché tras ganar al Barça y de otro el hecho de que ese triunfo haga que pueda estar algo más relajado. El Betis necesitará de todas sus armas para ganar en Mestalla, no en vano, lleva sin ganar en suelo valenciano desde el 2 de febrero de 1986, aunque eso sí, tanto Calderón como Anzarda saben lo que es ganar allí. El futuro de los verdiblancos dependerá mucho de lo que haga en Valencia y en la próxima salida que marcarán mucho si este Betis puede agarrarse a Primera o resignarse a su futuro. Twitter: @tara11ara