No ha estado nada certero Gabriel Humberto Calderón en la rueda de prensa previa al partido ante el Athletic. Está,muy bien defender a Gordillo, le honra, pero no a costa de criticar a ciertos béticos.
Poco afortunado, o mejor dicho nada, así ha estado Gabriel Humberto Calderón al hablar de cierto sector del belicismo que ha criticado esta semana a Rafa Gordillo. Está muy bien, y le honra que defienda al que es símbolo del belicismo y de paso, su gran valedor para que ocupe en estos momentos el banquillo verdiblanco, pero de ahí a entrar a valorar quien es más o menos bético… Mal asunto, y guerra en la que siempre saldrá perdiendo el técnico, se lo aseguro. Sin duda, cuanto más técnicos van llegando a la Avenida de la Palmera, más se echa de menos el buen hacer, claridad y saber estar de Pepe Mel.
Calderón se ha destapado con esta frase: «Los verdaderos béticos no quieren que Gordillo se vaya. No creo que la gente quiera que se marche un símbolo del club. Para mí los que le gritan a Gordillo no son béticos”. El argentino debería centrarse en el serio problema que tiene entre manos, problema que ya conocía cuando llegó, pero especialmente en intentar cambiar una realidad cada vez más negra de un Betis que va camino de Segunda, y al que no ha aportado de momento absolutamente nada, bueno sí, un discurso de belicismo que sirvió para ilusionar a una afición muy tocada con el pobre bagaje de Garrido que ahora ve como lo que ayer vendían como blanco, sigue siendo muy negro. Twitter: @tara11ara
